“Mi esposo me puso fecha para adelgazar. Si no, me deja por otra”, escribió Dusa, una usuaria desesperada en una de las webs más visitadas con preguntas y respuestas. Y continuó con el relato: “Tengo dos hijos. Como estoy lactando no puedo hacer dietas exageradas, pero él me quiere llevar al doctor para bajar de peso…Se aceptan consejos”.
La preocupación de Dusa, que prefiere usar seudónimo para ocultar su verdadera identidad, es más que genuina, aunque el esposo podría expresárselo de otra manera, ella sabe muy bien que si no baja de peso, él se sentirá cada vez menos atraído por ella. Y como dicen las abuelas, "lo que el hombre -o la mujer- no encuentra dentro de su casa. Lo buscará afuera". El esposo de Dusa seguramente hasta podrá decir: ¡yo te avisé!
Puntos clave
Casi dos de cada diez parejas que se casan en México terminan divorciándose. La mitad dice que es por falta de sexo, mientras que la otra mitad argumenta la falta de dinero. Así lo explicó el Dr. José de Jesús González Nuñez, presidente honorario del Instituto de Investigación en Psicología Clínica y Social (IIPCS, su sigla), que se refirió al tema en un simposio con el título “Más de lo mismo, cuando el dinero no entra por la puerta, el sexo sale por la ventana”.
Lo curioso es que dentro de los que se quejan de tener “falta” de encuentros en el lecho matrimonial, un gran porcentaje dice que es el “exceso” de libras o kilos lo que apaga el deseo.
"Siento que mi sobrepeso está afectando mi matrimonio".
Según un estudio realizado por la Universidad de Ohio, existe una tendencia en las mujeres a aumentar de peso después de casarse. “Con frecuencia, las mujeres casadas desempeñan un papel más grande en la casa que los hombres, y tal vez tengan menos tiempo para hacer ejercicio y permanecer en buena forma que las solteras”, explicó el profesor de Sociología Zanchao Qian, coautor del estudio.
En las buenas y en las malas
En los hombres, en cambio, la propensión a engordar aparece con el divorcio. “El efecto de las transiciones matrimoniales sobre los cambios en el peso difiere según el sexo”, especificó Dmitry Tumin, lider del estudio.
Según hallaron los investigadores, los hombres “obtienen un beneficio de salud del matrimonio, definido como atención y cuidados específicos, que pierden cuando se divorcian, lo que podría llevar a un aumento de peso”.
¿Pero entonces el amor no es ciego?
Al parecer, no sólo no es ciego sino que hasta mira con lupa. Así lo sugiere un estudio realizado por Cornell University, que demuestra que “la apariencia física juega un rol importante no sólo durante el noviazgo sino también durante el matrimonio”. De hecho, según los científicos, los hombres que aumentaron de peso durante el matrimonio reconocieron tener más problemas de pareja que aquellos que se mantuvieron en su peso.
Entrevistada en forma exclusiva, la reconocida experta en sexo y parejas April Masini, explicó a MiDieta: “Muchos hombres y mujeres están en desacuerdo con que sus parejas se hayan abandonado después de varios años de matrimonio. La forma más perceptible de abandono es aumentando de peso. Y no estoy hablando de mujeres que engordan luego de tener un bebé. Estoy refiriéndome a las personas que deciden que sus matrimonios no merecen mostrar lo mejor de sí para sus esposos o esposas”.
La consecuencia de este abandono no siempre es inmediata pero por lo general tiene un mismo final: el divorcio.
Según April Masini, “muchos se quejan de que sus esposos ya no son las personas sexis y delgadas que eran cuando estaban de novios y se casaron. Sin duda, abandonarse conduce al divorcio".
Estaré solo pero como menos…
Acerca del efecto “quemador de calorías” que tiene el divorcio para algunas personas, la experta en relaciones de parejas lo explica de esta manera:
- Muchas mujeres y hombres tienen miedo de tener sexo con alguien nuevo después de muchos años de matrimonio, por eso se “preparan” perdiendo peso. En otras palabras, tienen un incentivo como solteros que no tenían estando casados
- A veces, el aumento de peso en el matrimonio es consecuencia de “la alimentación emocional”. Cuando hombres y mujeres son infelices, muchos tienden a “ahogar” estos sentimientos comiendo de más. Una vez que se divorcian, ya no necesitan “alimentar su angustia”, y así pierden peso.
- Cuando las madres se divorcian y comparten la custodia de sus hijos con sus ex, recuperan un tiempo que antes no tenían para ir al gimnasio y hacer ejercicio.