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Refrescos, sí o no

Son una inevitable tentación infantil, de esas difíciles de soslayar, especialmente cuando la comida transcurre en un restaurante de comida rápida. Las sodas, refrescos, o bebidas cola, como se las conocen en los países de Latinoamérica, siguen siendo objeto de debate especializado por una simple razón: se consumen demasiado, y no aportan mucho al organismo.

En su apartado sobre el calcio, un mineral importante en la fortificación de los huesos, la Academia Americana de Pediatras destaca que en los niños y adolescentes -quienes deben obtener de bebidas como la leche y los jugos fortificados además de ciertos alimentos, entre 800 y 1.300 miligramos de calcio por día- los refrescos no cumplen un buen rol.

Refrescos, sí o no

“Estudios han demostrado que beber muchos refrescos puede provocar más fractura de huesos. Esto puede ser causado porque refrescos a menudo toma el lugar de la leche u otras bebidas ricas en calcio. Los refrescos tipo “cola” también contienen fósforo, lo que puede interferir en cómo el cuerpo puede utilizar el calcio”, indica la academia.

Un estudio de la American Chemical Society, presentado en la reunión anual de 2007, indicó que aquellas sodas endulzadas con almíbar con alto contenido de fructosa pueden contribuir al desarrollo de la diabetes, justamente uno de los males que se están a presentar más precozmente en la vida.

La Fundación Nemours explica que estas bebidas tampoco son recomendables en casos de insomnio y embarazo porque poseen un porcentaje de cafeína. Aunque es rescatada como una buena asistente en casos de deshidratación por su contenido de potasio.

Y la Fundación Nacional del Sueño confirma que hay que eliminarlo de la dieta nocturna de un insomne. “La cafeína es un estimulante y los estimulantes pueden interferir con el sueño. La cafeína en productos como el café, té, sodas y chocolate, permanecen en el cuerpo un promedio de 3 a 5 horas, pero pueden afectar a algunas personas hasta 12 horas más tarde. El consumo de cafeína en la tarde puede afectar su sueño, trate de evitarlo. Aunque usted crea que la cafeína no le afecta, podría interrumpir la continuidad del sueño. Evitar la cafeína 6 horas antes de acostarse a dormir le puede ayudar a dormir mejor”.

Fuentes: Fundación Nacional del Sueño; Fundación Nemours; American Academy of Pediatrics; American Chemical Society.

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