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Productos milagrosos para adelgazar

¿Te has fijado en los comerciales o anuncios publicitarios que prometen  bajar de peso con poco o ningún esfuerzo? Muchas empresas intentan vender batidos, pastillas o máquinas de  ejercicio que supuestamente logran una barriga más plana, unos músculos más definidos o una mejor figura. ¿No crees que si estos remedios milagrosos fueran eficaces todos luciríamos un cuerpo esbelto?

Ya es hora de que aprendas a distinguir entre la realidad y la ficción de los anuncios que muestran en la televisión, en la Internet, en las revistas o hasta en los cuentos. Para esto tienes que conocer la jerga y la interpretación de esos anuncios. La Comisión Federal de Comercio, Federal Trade Comisión, FTC, ofrece algunos consejos que pueden ayudarte.

Productos milagrosos para adelgazar

En primer lugar, si el producto parece demasiado bueno para ser verdad, posiblemente no lo sea. No existe una pastilla mágica que pueda desintegrar la grasa de nuestro cuerpo y no existe ningún aparato de ejercicio que pueda tonificar nuestro cuerpo sin tener que realizar algún esfuerzo. Es preciso analizar con ojo crítico estas afirmaciones y evaluar qué tan reales puedan ser. Asimismo, es necesario leer con detenimiento el texto que aparece en letras pequeñas. Esos resultados tan maravillosos que se anuncian deben basarse en algo más que sólo en el uso del aparato para hacer ejercicios. Si te detienes a leer las letras pequeñas posiblemente dirá que: “para obtener mejores resultados debes combinar el uso de este producto con una  dieta y un programa de ejercicios,” lo que indica que lo que hace la diferencia no es el producto sino la dieta y un cambio de actividad. Las letras pequeñas también pueden decir: “los resultados pueden variar”, de manera que no te garantizan que perderás tanto peso como la persona del anuncio porque esa persona es la excepción y no la regla.     

Por desgracia, la reducción de grasa en una zona particular del organismo es un mito. No se puede reducir grasa sólo en una parte del cuerpo, como el estómago o los glúteos. Esto se logra únicamente mediante el ejercicio regular, combinando el fortalecimiento y la tonificación muscular de un área específica y el ejercicio aeróbico para quemar grasa, acompañado de una alimentación adecuada.

Muchos productos utilizan fotos de antes y después como testimonio, pero lo curioso es que los resultados pueden variar y lo que le resultó eficaz a esas personas puede que no te funcione a ti. Además, los modelos utilizados en los comerciales de esos productos son por lo general modelos reales. Las mujeres y los hombres que se ven en un comercial o anuncio publicitario seguramente no han logrado las figuras que lucen con el equipo que anuncian.

De igual forma, tienes que tener cuidado con las aprobaciones de los expertos. A estos llamados “expertos” generalmente se les paga para avalar las afirmaciones de los informes y, a menudo, utilizan una especie de “ciencia barata” para burlarnos con resultados de estudios falsos. La “ciencia barata” consiste en obtener resultados de estudios tergiversados y que no han sido realizados de manera  independiente para cumplir con todos los criterios de un estudio más riguroso y científico.

Si te interesa un aparato de ejercicios, asegúrate de poder probarlo antes de comprarlo. Sin embargo, esto puede resultar imposible cuando se ordena algún producto por televisión. La compañía afirmará cosas como “satisfacción garantizada o te devolveremos tu dinero” o “pruébelo sin costo alguno por 30 días”, pero lo que no te dicen es que lo más seguro tendrás que correr de todas maneras con los costos de envío y manejo si decides devolverlo, los cuales pueden oscilar entre los $50 y los $100 USD. 

Usualmente si consideras que cierto producto está barato, podrás sentir más deseos de aprovechar la oportunidad. Pero ten cuidado y asegúrate de sacar bien la cuenta. Detente a calcular el precio real cuando leas afirmaciones como “tres cómodas cuotas de...” o “sólo por $49,95 USD al mes”. Recuerda, el costo del equipo de ejercicios anunciado puede que no incluya el impuesto a las ventas y los costos de envío y manejo. Y, por otro lado, los programas para perder peso podrían incluir costos ocultos, tales como los de los alimentos preempacados. Luego de sumar todo esto, ¿crees que todavía resulta un buen negocio? ¿Te gustaría pagar tanta cantidad por un producto que en definitiva no resultará efectivo? ¡Asegúrate de preguntar por todos los costos adicionales y de obtener la información por escrito!     

Si eres uno de los 50 millones de personas que viven en los Estados Unidos que se calcula se someterán a una dieta este año, posiblemente te tentarán los anuncios publicitarios que te prometen maneras fáciles y rápidas para perder peso.

Pero después de convertirte en un consumidor informado, deberás darte cuenta de que cuando de perder peso de trata, los productos que tratan de envolver con artimañas usualmente no cumplen con lo que prometen.

Algunas personas que se someten a una dieta logran perder peso mientras que otras podrían lograr los mismos resultados con algún producto anunciado.  Por otra parte, menos del cinco por ciento de las personas que se someten a una dieta logran perder peso a la larga. La mayoría de los expertos opina que la mejor manera para perder peso es consumiendo menos calorías y quemando más energía aumentando la actividad física. Los expertos sugieren proponer como meta perder alrededor de una a dos libras, medio a un kilo, por semana, lo cual generalmente se logra al reducir de la dieta diaria aproximadamente 500 calorías, comer alimentos saludables y bajos en calorías, buscar alguna actividad física regular que resulte agradable y ser perseverantes. Al perder peso con rapidez, también se recupera con rapidez. 

Si aún no sabes cuál es el mejor ejercicio para ti, la respuesta es aquél que realmente vayas a practicar. La única manera de obtener resultados satisfactorios es haciendo que la buena alimentación y la práctica disciplinada de ejercicios sean parte de tu estilo de vida. No pienses en ningún plan de pérdida de peso y en ningún tipo de ejercicio como un remedio rápido y transitorio que abandonarás una vez que hayas perdido el peso deseado. Para mantener un peso saludable deberás asumir cambios que formarán parte de tu vida para siempre. Esto puede ser difícil de digerir pero, al menos, el no lograr resultados no te costará una fortuna... ¡como ocurre con algunas de las pastillas “milagrosas” que proliferan por ahí!

*Especialista en nutrición deportiva y actividad física de MiDieta™


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