Este contenido ha sido archivado y puede no estar actualizado

¿Por qué hago dieta y no puedo bajar?

Para sacarse esas libras de más, la receta es conocida: dieta y ejercicio. Muchos encaran todo tipo de regímenes alimentarios: la dieta de la toronja, la de los jugos, la de los puntos, y sin embargo no consiguen bajar de peso o lo recuperan al poco tiempo por el odiado “efecto rebote”. Lo mismo ocurre si hacen ejercicio: la transpiración y el esfuerzo no compensan lo suficiente ya que no se evidencia en un talle menos de pantalón. ¿Por qué no lo logran? 

Louis Aronne, reconocido experto en obesidad y director del Programa de Pérdida de Peso del Hospital Presbiteriano de Nueva York y el Centro Médico Weill Cornell parece tener la explicación. 

¿Por qué hago dieta y no puedo bajar?
| Foto:

Puntos clave

Los científicos han descubierto que después de años de comer en exceso, en especial alimentos nocivos para el cuerpo, se modifica el cerebro. Esto significa que se dañan ciertas conexiones en el hipotálamo, que es la parte del cerebro que regula el metabolismo. “Las evidencias son convincentes, ya que el consumo de alimentos que engordan hace que un grupo de células inflamatorias vaya al hipotálamo. Esto sobrecarga las neuronas y provoca daños neurológicos”. 

Un estudio publicado a principios de año en el Journal Británico de Nutrición da evidencia sobre este hallazgo y puede ayudar a buscar nuevas estrategias para lograr bajar de peso. Según explica Aronne, las investigaciones comprobaron que un exceso de grasas saturadas y carbohidratos simples afecta el metabolismo y la función de la ghrelina y la leptina, que son las hormonas que regulan el apetito.

El consumo excesivo de calorías en forma de grasas y azúcar daña las conexiones nerviosas que envían señales al hipotálamo. Así, se deteriora la capacidad del cuerpo de regular el peso ya que no se reciben las señales que registran la cantidad de grasa acumulada con la ingesta. En otras palabras, el cerebro no funciona bien y no se puede confiar en el mensaje que envía sobre el apetito, el hambre o la saciedad. “Es como si el automóvil indicara que no tienen más combustible, cuando en realidad todavía hay en el tanque”, ejemplifica el experto.

¿La medicación puede ayudar? 

En el caso de los que no logran bajar de peso con dieta y ejercicio, el experto opina que la medicación específica puede ayudar a “corregir” el funcionamiento del cerebro. Las nuevas drogas para la combatir la obesidad, como Qsymia y Belviq, tienen la capacidad de resetear el cerebro para curar el daño que una vida de alimentación inadecuada causó en el hipotálamo. Los riesgos de estos medicamentos son siempre menores que los que implican la obesidad en sí misma, advierte Aronne.

¿Qué es efectivo para bajar?

Un cambio drástico e inmediato en la alimentación puede ayudar. Hay sustancias que promueven la salud, como los ácidos grasos omega-3, que ayudan a la salud del cerebro y moderan los efectos negativos de una dieta inadecuada. Si bien algún cambio en el hipotálamo puede ser permanente, algo se puede revertir reduciendo el consumo de grasas y carbohidratos simples, como las comidas y bebidas con azúcar. 

Aronne no condena las dietas para adelgazar, y sostiene que no hace mal probarlas para ver si el cuerpo responde. Pero hay que ayudar al cuerpo y trabajar “con él” y no “contra él”, aconseja. Para ello, propone el consumo de carnes magras, mucha comida de mar, vegetales, frutas y granos enteros. “Hay que cambiar el mensaje que le llega al cerebro”, concluye el especialista.

Comparte tu opinión