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Con obesidad o diabetes, más artritis reumatoide

La obesidad, el tabaquismo y la diabetes aumentan los riesgos de padecer artritis reumatoide. Estos datos surgen de un estudio reciente, y los investigadores creen que el hallazgo permitirá crear una herramienta que simplifique los métodos para determinar si una persona tiene un alto riesgo de sufrir la enfermedad.

La artritis reumatoide es una enfermedad autoinmune que provoca dolor, hinchazón, rigidez y pérdida de funcionalidad en las articulaciones, y que también puede afectar a otros órganos del cuerpo.

Con obesidad o diabetes, más artritis reumatoide
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Puntos clave

El equipo de la Unidad Epidemiológica de Investigación sobre la Artritis del Reino Unido examinó los datos de más 25,000 personas, de 40 a 79 años de edad, a los que se realizó un seguimiento durante varios años. Cuando compararon a 184 personas que sufrían de artritis reumatoide con otras que no padecían la afección, y los investigadores hallaron que fumar, la obesidad y la diabetes estaban relacionados con un riesgo mayor.

Los investigadores también descubrieron que beber pequeñas cantidades de alcohol y pertenecer a una clase social más alta se asociaron con un riesgo menor de padecer esta dolorosa enfermedad de las articulaciones. También se halló que mujeres que tenían más de dos hijos y dieron en el pecho durante un periodo de tiempo menor tenían un riesgo mayor de contraer artritis reumatoide, afirmaron los autores del estudio.

"Los factores que estudiamos nos dan pistas vitales sobre eventos tempranos del proceso que termina con una persona sufriendo de artritis reumatoide. Son cuestiones fáciles de preguntar y que pueden usarse como parte de un programa de prevención", afirmó el autor principal, Ian Bruce, profesor de reumatología en la Universidad de Manchester e investigador principal del Instituto Nacional de Investigación de la Salud de Reino Unido, en un comunicado de prensa de la universidad.

La Academia Estadounidense de Médicos de Familia (American Academy of Family Physicians) informa que esta enfermedad dura toda la vida, aunque se puede aliviar temporalmente haciendo un tratamiento. El ejercicio regular fortalece los músculos que rodean las articulaciones y alivia la fatiga muscular, por eso una actividad aeróbica en el agua puede ser una buena manera de comenzar, con la precaución de detenerse si se siente dolor. 

Bajar de peso y comer sano también puede ayudar a mejorar la afección, y para aliviar el dolor, se puede aplicar calor para relajar la tensión muscular, o frío para desinflamar la zona afectada. 

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