Si acabas de tener a tu bebé, prepárate para escuchar muchos consejos de tus familiares, amigas, vecinas y compañeras de trabajo. Sin embargo, luego de escucharlos, lo más importante es que sepas cuáles tomar y cuáles no, para lograr una lactancia materna exitosa y saludable.
A continuación, te presentamos algunos de los mitos más divulgados acerca de la lactancia materna,para que sepas distinguirlos de la realidad y tomar las mejores decisiones para ti y para tu bebé.
- “Los primeros días, casi no se produce leche materna, así que hay que darle biberón al bebé para que se llene”
Durante los últimos días del embarazo y los primeros días después del parto, se produce un tipo especial de leche, llamado calostro.El calostro es un líquido amarillento y más espeso que la leche materna madura, el cual es más concentrado en nutrientes, anticuerpos (defensas) y otras sustancias muy importantes para esta etapa del bebé.
Hay quienes piensan que el calostro “no sirve”, pero lo cierto es que este tipo de leche le da muchísimos beneficios al bebé, tanto a nivel nutricional como inmunológico (defensas). Incluso se le considera como la primera “vacuna” del bebé, por todas sus propiedades. El calostro también ayuda al bebé a eliminar sus primeras heces, las cuales se conocen como meconio.
A pesar de la “poca” cantidad de calostro que se produce, el bebé recibe todos los nutrientes y líquidos que necesita en este primer momento de la vida y generalmente no necesita tomar otro tipo de alimento.
- “Si no produces suficiente leche, no le des de mamar tan seguido”
El principal estímulo para la producción de la leche materna es la succión del bebé.Los pechos de la madre son como una fábrica: mientras más le compran, más produce y viceversa. Por lo tanto, espaciar las mamadas tendría el efecto contrario: disminuir la producción de leche.
Si notas que tu bebé llora mucho o pareciera que no queda satisfecho, asegúrate de que la posición para amamantarlo sea correcta, que esté tomando bien el pezón y que tú estés relajada y en un ambiente adecuado a la hora de amamantar.
- “Si tienes un varón, tendrás que darle leche de fórmula, porque no quedará satisfecho con la leche materna”
La leche materna contiene todos los nutrientes y líquidos necesarios para el desarrollo adecuado de los bebés durante los primeros meses de vida—tanto para los varones como para las niñas. Para estar segura de que tu bebé está alimentándose adecuadamente, la mejor medida es el monitoreo de su peso y talla. Esto lo podrás hacer con ayuda del pediatra.
- “La leche materna no lo llena; la leche de fórmula, sí”
Los bebés que se alimentan exclusivamente con leche materna necesitan comer más seguido que los que reciben leche de fórmula.Sin embargo, esto no significa que la leche materna no los satisface o que es menos nutritiva. Lo que sucede es que la leche materna es mucho más digerible para el bebé (es decir, que la puede digerir y absorber más fácilmente) que la leche de fórmula. Esto hace que el bebé aproveche mejor todos sus nutrientes y ayuda a prevenir algunos problemas, como los cólicos.
- “Hay que descartar la primera leche antes de darle al bebé de mamar”
Tal vez has notado que la leche que sale al inicio de cada mamada es un poco más “rala” que la que sale después. El cuerpo es sabio: la primera leche es más diluida, porque es la que “calma la sed” del bebé, mientras que la que viene después es más concentrada en nutrientes, así que “sacia el hambre”. Entonces, como puedes ver, esto no significa que haya que descartar la primera leche; los cambios en su composición tienen una razón de ser.
- “Tienes que tomar mucha leche para producir la leche materna”
La leche materna no proviene de la leche de vaca y es diferente en su composición. Una dieta balanceaday variada te ayudará a producir leche materna adecuadamente y mantener tu salud. Trata de incluir alimentos de los diferentes grupos: cereales y granos, verduras, frutas, carnes magras, lácteos bajos en grasa y aceites vegetales.
Ahora que ya conoces algunos mitos sobre la lactancia materna, tendrás más herramientas para tomar tus decisiones. Recuerda que si tienes dudas o si presentas algún problema durante el amamantamiento, lo mejor es que consultes con tu médico.