En los últimos años, la fibra se ha convertido en un tema interesante de conversación, pues se estableció una importante asociación entre su consumo y la salud.
Todo comenzó cuando diversos estudios científicos realizados en varias partes del mundo demostraron que las poblaciones que consumen alimentos ricos en fibra tienen una menor ocurrencia de ciertas enfermedades. Sin embargo, el interés comercial que acompaña a este tipo de noticias ha logrado que se generalicen y manipulen los resultados de estas investigaciones.
Como consecuencia, se promueve el consumo de fibra y se da la impresión al público de que, a mayor consumo, los beneficios serán mayores. Tales afirmaciones se oponen a aquel viejo principio que se aplica a todo en la vida, en especial a la alimentación: el abusar de un producto puede convertir sus bondades en problemas.
Virtudes digestivas
El mayor beneficio de la fibra radica en que contribuye a aumentar el volumen del contenido intestinal y a facilitar algunas de las funciones digestivas cuando, además, se ingiere suficiente agua a lo largo del día.
La fibra ayuda a eliminar el exceso de sustancias alimenticias que el organismo necesita en pequeñas cantidades, y de otras que pueden ser perjudiciales si permanecen en el intestino mucho tiempo. Un ejemplo de las primeras son las grasas, parte de cuyo exceso puede eliminarse con la ayuda de la fibra cuando el intestino funciona normalmente. Un ejemplo de las segundas son las sustancias conocidas como cancerígenas, que al permanecer en contacto con la pared intestinal por mucho tiempo como ocurre en los casos de estreñimiento favorecen la producción y el crecimiento de tumores malignos en el tubo digestivo.
Así, la fibra alimentaria contribuye a prevenir las enfermedades del corazón y el cáncer intestinal, entre otras.
Como todo en la vida...
Si consumes cantidades excesivas de fibra -en lugar de consumir esta sustancia con moderación- podrías perder los beneficios que la fibra ofrece. Además de sufrir una molesta sensación de llenura permanente debido a los gases que se producen por la fermentación de grandes cantidades de fibra, podrías perder cantidades importantes de minerales y vitaminas indispensables para tu salud. Estas sustancias pasan por el tubo digestivo sin que el cuerpo tenga la oportunidad de absorberlas.
Esta última situación es incluso más grave cuando se presenta en personas que han limitado su consumo de vitaminas y minerales cada vez que hacen una de sus repetidas dietas de moda para perder peso. Es lamentable, pero la misma motivación de hacer dietas estrictas mal planificadas lleva al abuso en el consumo de fibra.
¿Y los tipos de fibra?
A menudo se habla sobre las ventajas de los diferentes tipos de fibra. La fibra soluble ayuda a eliminar la grasa, mientras que la fibra insoluble ayuda al movimiento de las feces. No solamente debemos estar pendientes de consumir suficiente fibra, sino que también debemos tener cuidado al seleccionar su tipo, dependiendo del problema que queremos tratar o prevenir.
La mayoría de los alimentos ricos en fibra natural contiene tanto fibra soluble como insoluble.
Conclusión
Debido a las virtudes de la fibra, las Guías Alimentarias de todos los países coinciden en fomentar el consumo de alimentos que contienen fibra. Sin embargo, el agregarle a la alimentación productos adicionales con alto contenido de fibra se justifica sólo en personas que no consumen suficientes alimentos vegetales ricos en fibra. Por otro lado, los casos particulares que requieren indicaciones específicas para el tratamiento de determinada enfermedad deben ser manejados individualmente por profesionales conocedores del problema.
*Especialista en Nutrición. Vicepresidente de Desarrollo de Productos de DrTango, Inc.
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