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Los adolescentes obesos ante un grave riesgo para su salud

Un estudio reciente confirmó que los adolescentes seriamente obesos están en mayor riesgo de sufrir varios problemas graves de salud en la adultez, como asma, enfermedad renal y trastornos del sueño.

El doctor Thomas Inge, autor del estudio y profesor de cirugía y pediatría del Centro Médico del Hospital Pediátrico de Cincinnati, en Ohio, declara que mayoría de las personas sabe que mientras más tiempo se tenga un peso excesivo, más probabilidades hay de contraer enfermedades cardiacas o diabetes. Y la realidad es que tal vez haya que incluir más problemas de salud en la lista de los que se conocen hasta ahora, que afectarían en el futuro a los adolescentes obesos de hoy, según revela el experto. 

Los adolescentes obesos ante un grave riesgo para su salud
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Puntos clave

  • Los adolescentes con sobrepeso tienen más riesgo de sufrir enfermedades renales en la adultez
  • Son más proclives a sufrir asma, diabetes y apena del sueño
  • En las mujeres, aumenta el riesgo de padecer quistes en los ovarios

El estudio publicado en la revista Pediatrics incluyó a más de 1,500 adultos estadounidenses gravemente obesos entre los 19 y los 76 años de edad. Todos estaban a punto de someterse a una cirugía para perder peso, y se les preguntó sobre su peso a los 18 años. Esta información se utilizó para evaluar los problemas médicos relacionados con la obesidad.

El 42 % de los participantes tenían un peso normal a los 18, pero el 29 % eran obesos a los 18 y entre ellos, un 13 % eran gravemente obesos. El 96 % de los participantes sufrían de al menos una afección de salud relacionada con la obesidad. La obesidad grave se definió como un índice de masa corporal (IMC) de 35 o más, lo que equivale a 220 libras (100 kg) o más en una mujer de estatura promedio. El IMC es un cálculo de la grasa corporal basado en la estatura y el peso.

Los investigadores hallaron que los participantes gravemente obesos en la adolescencia presentaban mayor riesgo de problemas graves de salud, en comparación con los que tenían un peso normal en la adolescencia. Tenían 4 veces más probabilidades de sufrir inflamación de piernas con úlceras en la piel, 3 veces más probabilidad de tener limitaciones graves para caminar y una función renal anómala. También eran más proclives a sufrir de asma, diabetes, apnea obstructiva del sueño y síndrome del ovario poliquístico, una afección que puede provocar quistes en los ovarios de las mujeres.

"A medida que el número de niños con obesidad grave continúa en aumento, es importante que los pediatras informen a las familias sobre los problemas de salud a corto y a largo plazo vinculados con ese aumento de peso", advirtió el experto.

El Instituto Nacional de la Diabetes y las Enfermedades Digestivas y del Riñón de EE.UU. explica que para tener un peso saludable, se requieren al menos 150 minutos semanales de actividad física aeróbica moderada. Y por supuesto, una dieta que incluya frutas, vegetales, granos enteros y proteínas magras, para perder al menos un 5 % del peso total. Esto ayudará a observar los primeros cambios para ayudar al organismo y a la salud en general. 

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