Este contenido ha sido archivado y puede no estar actualizado

Lo mejor de la cocina estadounidense

Es común pensar en la comida típica de Estados Unidos y que aparezcan imágenes de hamburguesas, hot dogs y papas fritas. Sin embargo, estas “grasosas” tentaciones muestran tan solo una arista de una cocina rica en platillos con influencias nativas y europeas.

Es verdad, debes saber cuáles son aquellos alimentos que pueden atentar contra tu dieta. Pero también podrás sacar provecho conociendo los que te aportarán sabores distintos y saludables. 

Lo mejor de la cocina estadounidense

A los sospechosos de siempre ya los conoces: las hamburguesas “quarter pound”, el bacon, las donnuts -las que están rellenas con crema pastelera, mermelada o chocolate pueden sumar hasta… ¡600 calorías!- los bagels, los muffins. Las pizzas con “sausage” y peperoni. En fin, todos aquellos productos que los nutricionistas estadounidenses bautizaron “XXL”, como la talla extra grande, por la cantidad de calorías que contienen y también por su alta concentración de sodio.

Pero así como los inmigrantes de hoy llegan con la maleta repleta de nuevos sabores, los que arribaron hace siglos, los pioneros, y los habitantes nativos contribuyeron con sus hábitos alimenticios a consolidar la cocina estadounidense, que es básicamente una cocina de fusión. 

Como cuenta el experto en gastronomía David Rosengarten, autor del libro “Taste”, los dos primeros ingredientes que adornaron la mesa local fueron la carne y la papa, con recetas provenientes de Gran Bretaña y Europa Central. Los macarrones gratinados, cuya versión más popular es con queso, los pancitos horneados (biscuits) y la ensalada de repollo (cole slaw) son todos descendientes modernos de aquellos primeros platillos.

En el sur del país, los franceses que se asentaron especialmente en Louisiana usaron el cangrejo de los pantanos como el ingrediente básico de lo que ahora se conoce como cocina “cajun”. Más al norte, los cangrejos de Maryland, las langostas del mar de Maine y las almejas de Cape Code completaron el sabor marino dominante en los menús de la costa este.

Muchos de los ingredientes de una cena de Acción de Gracias de hoy ya los utilizaban los indios nativos: el pavo, el maíz, las habas, las patatas, los pimientos y los pepinos.

Y la mayoría de estas comidas suelen acompañarse con una de las bebidas más populares en el país: el té helado. Eso después de matizar la espera del plato con un martini o un bloody mary.

Afina tu paladar porque la oferta es realmente grande. Por eso, para hacer tu propia fusión de sabores debes tener en cuenta consejos que te ayudarán a disfrutar de nuevas comidas sin que peligre tu dieta:

  • Puedes decidirte por la carne guisada, pero evitando la manteca y las salsas barbecue con las que muchas veces las “pintan” durante la cocción.
  • Cualquiera de los frutos de mar nombrados es excelente base para platos light. Pero elimina la versión que contenga la palabra frito. Hornéalos o guísalos, con salsas livianas sin crema o simplemente sazonados con hierbas y limón.
  • No esperes noviembre para comer pavo. La pechuga de esta ave es magra e ideal para una dieta rigurosa en calorías. Pero debes evitar el relleno, especialmente el que lleva pan. Si quieres rellenarlo, hazlo con vegetales.
  • Si preparas té helado, no utilices azúcar. Puedes darle mayor gusto con limón o jugo de frutas como el mango o la naranja. Y espera que alcance la temperatura ambiente antes de enfriarlo en la heladera. Así evitarás que se condense y se vuelva pesado. Hoy en día existen marcas comerciales que distribuyen el té en botella o lata, elige los que sean dietéticos.
  • En cualquier comida que cocines no imites la increíble costumbre estadounidense de servir porciones gigantes. Divide el plato en cuatro y calcula que un cuarto debe ser para carne, otro para verduras, otro para ensaladas y el último para frutas.

Como decía el crítico culinario James Beard, “la comida es nuestro territorio común, una experiencia universal”. Y tú puedes formar parte de ella, sorprendiendo a tus amigos con una verdadera muestra de adaptación culinaria.

Comparte tu opinión