Este contenido ha sido archivado y puede no estar actualizado

La distorsión del concepto “dieta”

A través del tiempo, cientos de factores han contribuido a deteriorar el concepto de “dieta”. Entre los más importantes están las  enfermedades infecciosas y transmisibles que azotaron la población mundial por siglos, como la peste, la tuberculosis y las infecciones, unidas a la desnutrición. Entre los problemas más recientes están la falta de una educación adecuada, la falta de tiempo, el comer en exceso y la proliferación de restaurantes con comidas de poco valor nutricional, los cuales, unidos al sedentarismo, contribuyen a la obesidad.

Además, contrario a los atletas griegos de siglos pasados, hoy en día la gente utiliza la dieta con otros propósitos:  bajar de peso, reducir el riesgo a sufrir enfermedades como la diabetes o aliviar algún padecimiento médico, como los triglicéridos o el colesterol altos. Ahora la gente considera la dieta como un tratamiento por corto tiempo, en vez de una forma de vivir.

La distorsión del concepto “dieta”

“Los factores que motivan a la gente a buscar una dieta casi nunca son permanentes, sino temporales. Esta temporalidad es un elemento negativo en las dietas. Los cambios en la alimentación no pueden ser de una o dos semanas. Hay que convertirlos en parte de la vida hasta que la persona muera”, explicó el Dr. Lara-Pantin.

De vuelta al concepto original

Organismos estatales, instituciones y organizaciones científicas en distintos países se han esforzado por educar a la comunidad para infundir conciencia sobre la importancia de un buen plan de alimentación y actividad física. Cada día, y en todas partes del mundo, crece más el interés por la adecuada nutrición.

“En estos momentos, hay mucho interés por comer bien y hacer actividades físicas”, recalcó el Dr. Lara-Pantin y agregó que nunca antes en la historia se había visto un movimiento de concientización tan masivo. Enfatizó que programas como MiDieta conocen la importancia de educar a la gente para combinar la buena alimentación y la actividad física. “Empresas de este tipo tienen mucho que aportar”, añadió.

Este mismo interés también ha motivado a las grandes corporaciones de alimentos y de restaurantes a incorporar nuevos platos en su menú, modificar sus recetas y hasta incluir etiquetas nutricionales.

“El propósito es que las cosas se modifiquen y las personas tomen conciencia. Hoy en día, el que come mal tiene conciencia de que lo está haciendo mal”, señaló.

Es preciso evitar que factores de la vida moderna, como la computadora, la televisión y el automóvil, nos hagan menos activos, faciliten una mala alimentación y nos causen estrés. Según el Dr. Lara-Pantin, lo deseable para el futuro es que las nuevas generaciones aprendan a comer bien y a mantenerse en actividad.

“Al igual que la alimentación, la actividad física no debe ser una obligación ni algo para que la persona sufra, sino para que se disfrute. Todo esto sienta las bases para el componente espiritual. Si la alimentación y la actividad física están bien, la persona estará feliz”, recalcó el experto de MiDieta .

Y es precisamente esta felicidad, lograda con una buena dieta y un adecuado plan de ejercicios que disfrutemos, lo que nos acerca cada vez más a la esencia primordial de aquellas antiguas Olimpíadas, que le rendían tributo a la salud, la óptima condición física y la capacidad mental integral.

*Del equipo editorial de MiDieta™

Comparte tu opinión