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Intestino irritable: qué es y cómo se trata

El síndrome de intestino irritable es un trastorno que afecta a muchas personas y se caracteriza por dolor abdominal y diarrea y estreñimiento que se alternan. Si tú padeces de este problema, sigue leyendo para conocer mejor de qué se trata y cómo afrontarlo para que no paralice tu vida.

Existen muchas posibles causas de esta enfermedad y factores que aumentan sus síntomas, pero en realidad no hay ningún problema en la estructura del intestino. Además, esta no es una enfermedad que empeore con el tiempo, pero sí puede recurrir, dependiendo de tu estilo de vida (alimentación, nivel de actividad física, manejo del estrés).

El síndrome de intestino irritable también es conocido como “colon irritable” o “colon espástico”, y entre sus síntomas están:

  • Distensión abdominal, gases.
  • Presencia de moco en las heces.
  • Episodios de diarrea alternados con episodios de estreñimiento.
  • Dolores abdominales y cólicos, que pueden llegar a ser bastante intensos.

¿Cómo tratar el síndrome de intestino irritable?

La mejor forma de controlar el síndrome de intestino irritable es a través de un estilo de vida saludable, que incluya una alimentación sana, ejercicio y un adecuado manejo del estrés.

Algunas recomendaciones prácticas para que implementes en tu día a día son:

Intestino irritable: qué es y cómo se trata
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  • A pesar de que los alimentos no causan este problema, existen algunos que sí pueden empeorar sus síntomas. Detecta cuáles te producen malestar y evítalos. Las bebidas con cafeína y las comidas con alto contenido de grasa pueden empeorar los cólicos.
  • Si tienes problema de distensión abdominal y gases, ten cuidado con alimentos como: granos secos, lechuga, brócoli, coliflor, repollo, rábanos, frijoles, entre otros.
  • Toma suficientes líquidos durante el día (asegúrate de que no contengan azúcar; puedes utilizar un edulcorante artificial), especialmente si tienes problemas de estreñimiento.
  • Trata de hacer varios tiempos de comida, de menor volumen, en lugar de realizar sólo dos o tres comidas copiosas.
  • Aumenta la cantidad de fibra en tu alimentación, especialmente de fibra soluble, como la que se encuentra en las manzanas, las peras y la avena. Sin embargo, hazlo gradualmente, pues algunas personas se sienten “hinchadas” o con exceso de gas si aumentan su ingesta de fibra muy rápidamente. 
  • Realiza actividad física, según la recomendación actual de mínimo 150 minutos a la semana a intensidad moderada. El ejercicio también ayuda a mejorar la motilidad de tu intestino, lo cual contribuye a prevenir el estreñimiento. Además, la actividad física te relaja, lo cual también es beneficioso en el manejo del intestino irritable.
  • Evita el uso de laxantes, pues tu intestino puede volverse “perezoso” al adaptarse a ellos.
  • Aprende formas para controlar el estrés. Si fuera necesario, consulta con un psicólogo para que te ayude a implementar técnicas para manejar el estrés y la ansiedad.

Estas recomendaciones prácticas pueden ayudarte a mejorar y prevenir los síntomas del síndrome de intestino irritable. Sin embargo, recuerda que es importante consultar con tu médico si los síntomas no mejoran, pues podría ser necesario agregar algún medicamento a tu tratamiento.

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