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El encanto de la canela

La canela forma parte del arsenal sabroso de cualquier cocina desde hace milenios. Este aromatizante universal, que pertenece a la misma familia del laurel, proviene de Oriente, en donde se cultiva para su exportación a nivel mundial.

Su aroma, super popular en Estados Unidos, aparece en alimentos muy diversos: los “cinnamon rolls”, las carnes, los cafés.  Lo que transforma a la canela en una  especiasímbolo de la diversidad cultural que define a la cocina del país.

El encanto de la canela

Entre las propiedades más conocidas de la canela está su capacidad de facilitar procesos digestivos. Hervir sus ramas y tomar esa agua como un té estimula las digestiones lentas y alivia las molestias derivadas de una indigestión.

Un estudio realizado por el Departamento de Nutrición Humana de la Universidad Agrícola de Peshawar, en Pakistán uno de los países que son principales productores de esta especia comprobó que la ingesta diaria de 1 a 6 gramos de canela reduce los niveles de glucosa en sangre hasta en un 29 por ciento. El trabajo fue publicado en la revista “Diabetes Care” junto con otras investigaciones que avalan esta virtud de la canela.

Otra de sus propiedades es la de ser un excelente antioxidante. Un análisis de 2006 del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de España constató que la canela junto con el anís, el jengibre, la menta, la nuez moscada, el regaliz y la vainilla era uno de los alimentos con mayor actividad antioxidante, dada su elevada concentración en compuestos fenólicos. La recomendación del Consejo fue que la industria alimentaria podría emplear estas especias como conservantes naturales, sustituyendo a los conservantes sintéticos más utilizados.

La canela también contiene en su composición base proantocianidinas, un tipo de flavonoide antioxidante que también abunda en los arándanos y que es reconocido por la comunidad científica como un protector de la salud del tracto urinario para prevenir infecciones. Del aceite de canela se estudian aún sus efectos antibacterianos. Aunque ya se ha comprobado su capacidad, en dosis adecuadas, de inhibir el crecimiento de hongos, principalmente del género Aspergillus.

Aunque la pequeña cantidad de canela empleada en la cocina no siempre proporciona niveles terapéuticos, sí aporta bonanza al organismo. Y si  quieres potenciar sus efectos benévolos, puedes consumirla en forma de extracto o suplemento.

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