El café ¿realmente “despierta” después de una borrachera?

Cuando una persona consume demasiado alcohol, la “sabiduría popular” aconseja ofrecerle una taza de café para disipar los efectos. Y aunque se puede evidenciar alguna mejoría, estudios recientes comprobaron que no siempre ocurre así. 

Una vez consumido el alcohol, se mantiene una  alta concentración en la sangre durante algo más de una hora, que provoca un estado general de alerta y animación. Pero luego de 2 a 6 horas, se pasa a un estado de somnolencia y para contrarrestarlo, se recurre al café, con la idea de que anula los efectos “narcotizantes” del alcohol.

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Un estudio publicado en 2009 por la Asociación Psicológica Americana investigó los efectos de la combinación de alcohol y cafeína. Un grupo de expertos en neurociencias del comportamiento suministraron alcohol a los roedores de prueba y luego café, en una proporción que para un humano equivaldría a 8 tazas. Estos animales tuvieron que desplazarse en un laberinto, y parecían estar más alerta, aunque no tanto como los ejemplares “sobrios”.

Lo que surge de las investigaciones es que la cafeína puede contrarrestar el cansancio o el sopor causado por el alcohol, pero no eliminar el déficit cognitivo que produce. 

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Si bien se tiende a pensar que si se bebió de más, la cafeína es “el bueno de la película”, ésta puede llegar a empeorar las cosas, ya que enmascara el cansancio, pero no lo elimina. En otras palabras, puede ser que una persona no se sienta cansada, pero las reacciones son más lentas y también su capacidad de razonamiento. 

Cuando la cafeína se combina en bebidas energizantes y alcohol, los resultados son alarmantes. Un estudio realizado por la Escuela de Medicina de Wake Forest, en Carolina del Norte, demostró que este hábito tan popular entre los estudiantes, suele causar problemas como acoso sexual, viajar en autos con conductores alcoholizados, sufrir lastimaduras o heridas y hasta necesitar tratamientos médicos.