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Dieta: ¡basta de mitos!

Muchos de nosotros decidimos que es el momento de hacer  dieta  cuando la vida está muy complicada para encima agregar a la agenda una rutina de ejercicios. Y cuidado, porque los niños, la casa y el trabajo implican movimiento, pero no necesariamente pérdida de peso.

Es más, esa vida ajetreada suele ser una trampolín vertiginoso en el que terminamos haciendo malas elecciones nutricionales —una hamburguesa al pasar, un bagel— en vez de tomarnos nuestro tiempo para preparar comidas más saludables y bajas en  calorías.

Dieta: ¡basta de mitos!

Entonces, ¿será que nuestros éxitos, nuestras metas, como el embarazo, el primer año en la universidad o el ascenso laboral se deben traducir en más libras?

Definitivamente, no. Y no hay que dejarse vencer. No hay que buscar atajos fáciles. Hay que tener paciencia porque las libras no desaparecen el primer día de la dieta como por arte de magia. Hay que proponerse metas posibles.

Y, es esencial, hay que desterrar los mitos que se pueden vislumbrar como vallas en el camino. Algunos de los más frecuentes, según indica una guía de la Universidad Johns Hopkins, son:

Que los diuréticos y los purgantes ayudan en la dieta.Nuestra sangre tiene un perfecto balance de sales como el sodio, el calcio y el potasio y todas estas sustancias deben estar en cantidades justas y proporcionadas para que nuestro corazón y nuestros músculos funcionen de manera acompasada. Cualquier producto que genere violentas pérdidas de líquido altera este delicado balance, afectando el organismo sin restar media libra.

Que no comer es la clave.Hoy en día la tendencia es exactamente al revés a dos décadas atrás: hay que comer cada dos o tres horas para generar cambios en el metabolismo, a la vez que aportar nutrientes.

Que sólo hay que comer lechuga.Uno de los grandes fracasos de dietas caducas es que limitaban drásticamente el número de alimentos que se podían consumir, lo que causaba primero, un gran aburrimiento, y, segundo, el abandono de la dieta. Hoy en día, una de las claves del éxito para perder peso es la diversidad de alimentos que se consumen.

Que hay que eliminar por completo el pan.Siempre fue considerado el enemigo número uno de las dietas. Sin embargo, es un alimento saludable cuyo contenido calórico no es demasiado elevado. El mejor es el integral o el blanco con fibra, que tiene vitaminas, minerales y es más difícil de digerir. Y ahora se sugiere comer pan antes que galletitas no sólo porque es de digestión más lenta sino también porque da más sensación de saciedad y aporta menos grasa, en especial trans.

Y que hay que evitar las pastas.Las pastas, al igual que el pan, los cereales, las legumbres y los vegetales se encuentran en el primer escalón de la pirámide alimenticia, por lo que tienen que estar presentes en nuestra dieta. A la hora de bajar de peso, deben elegirse aquellas de laminado grueso (moñitos, penne rigati, tirabuzón) cocidas al dente.

Aunque se repita millones de veces, la elección de comidas variadas y sanas, en su justa medida, combinado con algún ejercicio físico sigue siendo la asociación más exitosa para bajar de peso.

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