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Desacelera en el almuerzo

Nada de comer parado, o manejando, o caminando por la calle.

Para ayudar a una alimentación saludable, hay que comer sentados, despacio, masticando bien y saboreando los alimentos.

Desacelera en el almuerzo

Es decir, los nutricionistas enfatizan cada vez más los tiempos necesarios para alimentarse como un espacio de relajación y placer. Y esta mirada tiene ver que exclusivamente con una forma más saludable de ingerir los alimentos.

La siguiente es una lista de consejos para comer sano, digerir bien y poder gozar de las comidas sin malestares posteriores.

Regulariza los horarios de las comidas. La famosa frase “el hombre es un animal de costumbre” es altamente aplicable al hábito de comer. El organismo se acostumbra a recibir alimentos en determinados horarios, y cambiar esos tiempos no ayuda.

Almuerza en un ambiente tranquilo. Hay que intentar comer en un espacio relajado, sin tensiones y con el tiempo suficiente. Las comidas de negocios suelen ser el origen de gases intestinales y ardor estomacal.

Come despacio, aún si estás apurado. Al comer deprisa, no se deja tiempo suficiente para que la sensación de saciedad llegue al estómago, por lo que se tiende a consumir grandes cantidades de comida.

“Partir el pan, compartir la sal, untar juntos en un mismo cuenco, significa más que la satisfacción de una necesidad”, señaló  el poeta chino Yuan Mei. Los estudios médicos confirman sus palabras, ya que indican que comer rápidamente alimentos a su vez elaborados con rapidez ocasiona trastornos digestivos, estimula el estrés, reduce la sensación de placer y fomenta el consumo de grasas perjudiciales para la salud.

Camina un poco luego de la comida. Aunque muchas veces pienses que no tienes tiempo, caminar dos cuadras sólo lleva unos minutos. Tómate ese tiempo y verás cómo la digestión se vuelve un proceso imperceptible dentro de tu organismo.

Elige alimentos ligeros. No hay nada más pesado que continuar la jornada de trabajo luego de comer un plato de pasta, con entrada y postre. Opta por ensaladas, un sándwich vegetariano o un plato de frutas y un yogur para terminar tu día liviano como un laurel.

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