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Consumir menos azúcar lleva a un descenso de peso asegurado

Reducir la ingesta de azúcar puede ayudar a los adultos a perder peso, y debe formar parte de la estrategia para combatir la epidemia global de obesidad, sugiere un estudio reciente.

Aunque el consumo de azúcar es solo una de las muchas causas de la obesidad, unos investigadores de Nueva Zelanda hallaron que los efectos de limitar el azúcar sobre el peso corporal son significativos. 

Consumir menos azúcar lleva a un descenso de peso asegurado

Puntos clave

Los "azúcares libres" son azúcares añadidos a los alimentos por fabricantes, consumidores y cocineros. También se hallan en la miel, el jarabe y los jugos de fruta. La Organización Mundial de la Salud recomienda reducir la ingesta de azúcares libres a menos de un diez por ciento de la energía total.

Tras examinar un total de 71 estudios, que incluían a 30 ensayos en que los participantes fueron asignados al azar a una intervención sobre la ingesta del azúcar o no, Jim Mann, del departamento de nutrición humana de la Universidad de Otago, y colegas de Nueva Zelanda, hallaron que reducir los azúcares libres durante ocho meses se asociaba con una pérdida promedio de peso de 0.8 kilos (1.8 libras). Pero aumentar su consumo se relacionó con un aumento de peso de 0.77 kilos (1.7 libras).

Los investigadores reconocieron que los hallazgos se vieron limitados por el hecho de que pocos de los estudios que analizaron duraron más de diez semanas. Sin embargo, concluyeron que "cuando se considera el rápido aumento de peso que ocurre tras un aumento en la ingesta de azúcares, parece razonable concluir que la consejería relacionada con la ingesta de azúcar es un componente relevante de una estrategia para reducir el alto riesgo de sobrepeso y obesidad en la mayoría de países".

En los niños los efectos estaban menos claros, pero los autores anotaron que los niños con una mayor ingesta de azúcar tenían un riesgo mayor de sobrepeso u obesidad. En respuesta a los hallazgos del estudio, los expertos de EEUU dijeron que limitar la ingesta de bebidas endulzadas con azúcar a través de impuestos sobre las bebidas azucaradas, restricciones sobre la publicidad dirigida a los niños y límites sobre los tamaños de las porciones "es una alta prioridad".

Al respecto, Walter Willett, profesor del departamento de nutrición de la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Boston, y un colega apuntaron a la necesidad de programas educativos, mejoras en los menús escolares y en los lugares de trabajo, además de programas de nutrición para las personas con ingresos bajos.

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