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Al restaurante con los niños

Para los niños es una aventura. Para los padres puede ser un suplicio sin un plan de acción. Comer afuera con toda la familia es una situación especial, que merece la atención de entidades y especialistas.

La primera barrera que se debe aprender a saltar es la de la tentación de la comida rápida. Es demasiado tentadora: la comida tarda sólo segundos en aparecer y los niños no se ponen ansiosos, en el ciento por ciento les encanta y, también, es una opción fácil para los padres.

Al restaurante con los niños

Pero, se sabe, no es la mejor opción desde el punto de vista de la nutrición. Comer afuera con los niños, explican los expertos, implica desafíos pero también la gran oportunidad de que los pequeños prueben sabores nuevos y salgan de la rutina de presitas de pollo fritas o hamburguesas.

La Academia Americana de Pediatras (AAP, por sus siglas en inglés) dice que “muchos restaurantes de comida rápida pueden encajar con un plan de comida saludable”. Algunos de los tips de la academia son: 

  • Pida una sola porción de papas fritas y que los niños las compartan.
  • Opte por leches descremadas o jugos de naranja o manzana en vez de refrescos cola. Pero recuerde, dice la AAP, que los menos de 2 años deben tomar leche entera.
  • Ordene hamburguesas pequeñas y complete el menú con una ensalada, no olvide que a los niños les gustan las zanahorias, los tomatitos cherry y el brócoli.

Tanto la AAP como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) enfatizan la necesidad de incorporar estos cambios de hábito en la dieta infantil, debido al alarmante aumento de la obesidad en menores, y más que alarmante en la población hispana.

“Hay una tendencia alarmante en la salud de los jóvenes hispanos que viven en los Estados Unidos: los índices cada vez mayores de obesidad y de enfermedades crónicas relacionadas, tales como la diabetes tipo 2, el colesterol y la presión arterial elevadas están afectando la salud infantil”, indican con CDC. El 30,4 por ciento de los niños hispanos en el país tiene sobrepeso, comparado con el 25 por ciento de los niños caucásicos, informan.

Y aportan un enfoque cultural: “dentro de la comunidad hispana hay un concepto erróneo acerca de lo que significa ser ‘saludable’. Para los hispanos, el concepto de salud consiste en tener bastante comida y la ausencia de enfermedades pero no incluye las comidas balanceadas y nutritivas y la actividad”.

Los CDC explican que la mayoría de los restaurantes ofrecen menús saludables. Y no importa que los niños apenas se sientes a la mesa digan “quiero papas fritas”. Anímese con las ensaladas con pollo grillé –a los niños les encantan los colores– , con opciones a la parrilla y al horno y elimine los fritos.

Como señala el libro promovido por los CDC “Food Fight, Winning the Nutritional Challenges of Parenthood Armed with Insight, Humor, and a Bottle of Ketchup” de Laura A. Jana y Jennifer Shu, que analiza con humor los primeros “pasos” del bebé hacia la comida sólida, “las bases de una buena alimentación deben sentarse desde las primeras comidas”.

 

Fuentes: American Academy of  Pediatrics (AAP), Centers for Disease Control (CDC), Food Fight, Winning the Nutritional Challenges of Parenthood Armed with Insight, Humor, and a Bottle of Ketchuppor Laura A. Jana y Jennifer Shu

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