Menos jóvenes deprimidos por hacer ejercicio

Los jóvenes que asisten a la escuela secundaria tienen menos riesgo de desarrollar un estado depresivo si tienen un buen estado físico. Según informa el investigador Camilo Ruggero, profesor de psicología de la Universidad del Norte de Texas, hacer más ejercicio podría ser parte de una estrategia para reducir los riesgos de depresión en esta franja de la población escolar. A la hora de tratar la depresión o ayudar a prevenirla, también podrían servir las terapias realizadas desde la escuela o las del tipo familiar.

El profesor Ruggero aclara que el ejercicio no es una cura para todo, pero es “una pequeña parte de un gran problema”. El experto señala que la depresión se relaciona con un alto índice de masa corporal (IMC), una medida que toma en cuenta el peso y la estatura para determinar si una persona tiene el peso adecuado. Por otra parte, a esas edades los jóvenes suelen hacer menos ejercicio, suben de peso y también pueden sentirse más deprimidos. “Por eso es importante enfocarse en esta etapa”, señaló. 

Menos jóvenes deprimidos por hacer ejercicio
| Foto: THINKSTOCK

Ruggero reconoce que no se sabe con exactitud si hay un nexo entre la actividad física y la depresión, pero es probable que haya varios puntos de contacto. A su vez las niñas tienen una mayor tendencia que los varones a sentir bajones en su estado anímico. El ejercicio eleva la autoestima, ayuda a tener un peso más saludable y refuerza los pensamientos positivos. Estas cualidades también podrían estar asociadas a factores biológicos, ya que se sabe que hay ciertas proteínas y hormonas que reducen las probabilidades de caer en una depresión si se hace más ejercicio. 

Los hallazgos del estudio fueron presentados esta semana en la reunión anual de la Asociación Psicológica Americana en Washington D.C., pero aún se consideran preliminares en tanto no hayan sido publicados y analizados en una revista especializada. Para realizar la investigación se evaluó el estado físico de más de 400 niños y niñas de sexto grado del norte de Texas, observando la cantidad de circuitos que podían completar en un tiempo determinado, y también en base a sus propias apreciaciones sobre su fuerza física y resistencia. 

Las investigaciones relacionadas con anterioridad no llegaron a determinar si hay potenciales efectos protectores del ejercicio sobre la depresión, pero esas inconsistencias podrían surgir de los métodos de evaluación. Aun así, los nuevos resultados de este estudio no pueden demostrar si un mayor nivel de entrenamiento es capaz de prevenir la depresión, según advierte el doctor Andrew Adesman, jefe de pediatría en el Centro Médico Cohen, en Nueva York.

El experto recuerda que tanto los padres como los médicos tienen que tener presente que aún cuando haya una relación entre la actividad física y el estado de ánimo, esto no significa que pueda mejorar la salud mental en forma inequívoca De todos modos, "sí ayuda a mejorar el estado de ánimo en general", recalca. 

Ruggero explica que las causas de la depresión son complejas, y si bien no significa que conduzcan inevitablemente a ella, sí pueden aumentar los riesgos. Estas causas son por ejemplo la pobreza, la violencia, la falta de apoyo familiar o de amigos, la baja autoestima, la mala imagen personal, tener parámetros de pensamiento negativos, poca habilidad para relacionarse, o pasar por situaciones traumáticas como un divorcio. 

Tanto Adesman como Ruggero enfatizan que el ejercicio puede ayudar ya que es una actividad adecuada para los jóvenes, en especial en medio de la epidemia de obesidad que afecta al país. Además de incidir en la autoestima, mejora el rendimiento y la salud en general y evita el riesgo de contraer enfermedades en la edad adulta relacionadas directamente con el sobrepeso, como fallas cardíacas,  stroke y diabetes.

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