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Beber un poco durante el embarazo puede ser aceptable

Sin embargo, aunque los hallazgos podrían ser "tranquilizadores para las que se han tomado unas copas al inicio del embarazo, no los usaría como una excusa para beber durante la gestación", advirtió el Dr. Richard Jones, profesor asistente de obstetricia y ginecología del Colegio de Medicina del Centro de Ciencias de la Salud Texas A&M, y director de obstetricia en Scott & White en Temple. "Sabemos que beber mucho causa problemas en el embarazo".

"March of Dimes no ha cambiado su recomendación de no beber nada de alcohol en el embarazo, y mi opinión personal está totalmente de acuerdo con eso", añadió el Dr. Michael Katz, vicepresidente principal de los programas de investigación y globales de la March of Dimes Foundation. "Sólo puedo ver las consecuencias negativas como resultado de [beber alcohol durante el embarazo]. No hay medidas precisas [para el consumo de alcohol]. Es un argumento ridículo. No hay motivo lógico para que alguien no pueda evitar el alcohol durante nueve meses".

Se sabe que el consumo excesivo de alcohol causa defectos congénitos en los recién nacidos.

"En realidad no sabemos si hay un nivel seguro de consumo de alcohol. Se ha detectado el síndrome de alcoholismo fetal en madres que tuvieron un solo episodio de atracón de bebida", añadió el Dr. Ron Jaekle, profesor de obstetricia y ginecología clínicas de Salud de la Universidad de Cincinnati. "No creo que no beber durante nueve meses en la vida cause ningún problema importante de salud".

Los investigadores, del Colegio Universitario de Londres, cuyo artículo aparece en línea en la edición del 6 de octubre de la revista Journal of Epidemiology and Community Health, señalaron que el estudio no probaba una relación de causa y efecto.

Un estudio anterior del mismo grupo de investigadores encontró que el consumo ligero de alcohol de la madre durante el embarazo no resultaba nocivo para el bebé, pero este estudio lo exploró durante dos años más.

Esta vez, los investigadores reunieron a más de 11,500 niños nacidos en Inglaterra según la cantidad de alcohol que sus madres reportaron beber en el embarazo.

Los grupos fueron: las abstemias (mujeres que no bebieron durante el embarazo, pero sí antes y después); las de consumo leve (entre una y dos bebidas por semana, u ocasionalmente); las de consumo moderado (tres a seis bebidas por semana, o tres a cinco bebidas en una ocasión); y las de consumo excesivo o atracón (siete o más bebidas por semana, o seis en cualquier ocasión singular).

El seis por ciento de las madres se clasificaron a sí mismas como abstemias completas; el 60 por ciento reportó no beber durante el embarazo (pero sí en otros momentos); alrededor del 26 por ciento eran consumidoras leves; 5.5 por ciento eran bebedoras moderadas; mientras que 2.5 por ciento afirmaron ser consumidoras excesivas de alcohol.

Los niños cuyas madres eran bebedoras leves durante el embarazo eran 33 por ciento menos propensos, y las niñas 31 por ciento menos propensas, a tener problemas conductuales, emocionales o intelectuales, que los de madres abstemias.

Los niños y niñas en esta categoría también eran menos propensos a presentar hiperactividad, con 27 y 29 por ciento, respectivamente. También puntuaron más alto en medidas de funcionamiento cognitivo.

Lo contrario sucedió con los hijos nacidos de madre que bebían en exceso. Esos niños eran más propensos a tener problemas en todas las áreas.

Un experto señaló que el hecho de que los investigadores dependieran de los estimados de las propias madres sobre la cantidad que bebían sesgó los resultados.

"Basaron muchas de sus conclusiones en lo que las madres les dijeron, y no creo que esa sea una forma muy vigorosa ni científica de observar datos", lamentó Jaekle, que ha observado casos en que sus propios pacientes reportan beber una cantidad muy inferior a la que consumen.

Y los hallazgos podrían no aplicarse a otras poblaciones, como los EE. UU.

"Nuestra población es mucho más heterogénea, y tenemos ciertas poblaciones, como los nativos americanos, que tienen una deficiencia enzimática que provoca que el alcohol les afecte mucho más, así que incluso un consumo leve podría resultar nocivo", señaló.

"La bebida recreativa se puede controlar con facilidad durante el embarazo, y ese podría ser el camino más seguro", aseguró Katz, y añadió que no sabía qué pensar de las puntuaciones más altas en el grupo de consumo leve. "March of Dimes no cambiará sus recomendaciones".

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March of Dimes tiene más información sobre el consumo de alcohol durante el embarazo.


Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor

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