Basta generalmente con observar el cuerpo de un atleta para saber si se trata de un hombre o de una mujer, las características físicas, que en su mayoría se destacan generalmente por una musculatura mayor en el caso de un hombre.
Sin embargo, poco se menciona sobre los cambios psico- anatómicos de una mujer en el ambiente deportivo. Ya desde inicios del siglo XX que las mujeres iniciaron su participación en juegos olímpicos y que a pesar de las dificultades por estereotipos sociales y culturales, ellas mismas han tenido que ir superando con el paso de los años.
¿Es igual el cuerpo de una mujer y un hombre deportivamente hablando?
En ocasiones basta con observar bien a un atleta para saber su sexo. A nivel científico se ha discutido la manera de saber esto. En un caso muy polémico en el año 1949 una atleta holandesa, Foekje Dillema fue expulsada de por vida por la Royal Dutch Athletics Federation posterior a una “prueba de sexo”, resultados que nunca fueron esclarecidos, pues la ciencia no tenía todos los elementos para sostenerlo.
Se dice que una exposición alta o baja a andrógenos durante la adolescencia es quien marca las pautas para determinar el sexo del atleta independientemente de los órganos sexuales externos.
Otras cualidades de las mujeres deportistas
Definitivamente entrenar, atender o convivir con a una mujer atleta es muy diferente a un hombre atleta, con esto no nos referimos a que sea mejor o peor.
La fisiología de una mujer es diferente, pasando por los cambios hormonales que experimenta de forma natural una mujer y las mismas dificultades que ya hemos mencionado anteriormente hacen que la mujer atleta sea todo un paradigma en el ámbito deportivo.
Fisiológica y anatómicamente hablando las mujeres tienen en general un rendimiento deportivo menor a los hombres en gran parte se ve determinado por la mayor exposición y secreción de andrógenos por parte de los hombres le dan una mayor fortaleza física.
Sin embargo, en los últimos años los records de las mujeres han ido avanzando drásticamente. Estos esfuerzos por romper marcas (incluso de atletas hombres) han llevado a mayores lesiones que se observaban más en el sexo masculino.
Cada vez las mujeres participan en mayor cantidad en juegos olímpicos y esto debe ser un estímulo para otras mujeres en poder practicar y competir en el deporte de su preferencia, sin duda la igualdad de género debe llegar a las canchas y centro deportivos.