El melanoma maligno puede ser una forma particularmente peligrosa de cáncer. Se le atribuye al mayor número de muertes por cáncer relacionadas con la piel. Su incidencia y mortalidad han aumentado constantemente en los últimos 50 años, según los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).
Las preocupaciones médicas por la generación de este tipo de tumores y la falta de opciones de tratamiento curativo, posicionan al melanoma como uno de los cánceres más peligrosos.
Pero ahora hay una noticia alentadora: investigadores de la Universidad de California en San Diego, Estados Unidos, y la Universidad Federal de San Pablo, en Brasil, hallaron que una bacteria presente en el agua de mar ha inspirado pistas prometedoras para una forma completamente nueva de tratar la enfermedad.
En el melanoma, el cáncer se forma en los melanocitos, las células que dan color a la piel. Si bien los casos nuevos de la mayoría de los tipos de cáncer están disminuyendo, los de melanoma, la forma más mortal de cáncer de piel, continúan aumentando, según los CDC.
Uno de los problemas con el melanoma es que si hace metástasis o migra a otras ubicaciones en el cuerpo, el pronóstico es malo y las opciones de tratamiento son limitadas. Recientemente se aprobaron unos nuevos fármacos para quimioterapia dirigida a los melanomas, pero algunos de los tumores ya están mostrando resistencia a estas terapias.
Por eso los científicos William Fenical, James La Clair, Leticia Costa-Lotufo y un grupo de colaboradores, decidieron apuntar a una ruta bioquímica completamente diferente en el tratamiento del melanoma y empezaron a buscar soluciones en la naturaleza.
La naturaleza esconde poderosos tratamientos
En 2014, los mismos investigadores descubrieron que la seriniquinona, un producto natural aislado de una bacteria marina rara (Gm=Gram-positiva) mostró una actividad potente y selectiva contra las células del melanoma en un tubo de ensayo. Aún mejor, fue la primera molécula pequeña que demostró su acción contra una proteína particular involucrada en la proliferación del cáncer.
En este nuevo trabajo -publicado en ACS Medicinal Chemistry Letters- el equipo identificó los componentes estructurales del producto natural que eran clave para ejercer su actividad contra el cáncer y luego modificó otras partes de la molécula para hacerla más soluble en agua y más fácil de purificar.
Ambos pasos son necesarios para que este agente natural sea más adecuado para transformarlo eventualmente en un medicamento en el futuro. Los investigadores ahora están refinando aún más estos derivados de seriniquinona para optimizar la actividad contra el melanoma.
Nuevas esperanzas contra el melanoma
Al escribir sus avances los científicos explicaron que “La naturaleza ha proporcionado una gran diversidad de subestructuras bioactivas y andamios moleculares para el desarrollo de nuevos fármacos, y estos productos naturales continúan brindando opciones de tratamiento vitales para el cáncer. La seriniquinona, un producto natural marino aislado de una bacteria, demostró una potente actividad contra el melanoma".
"Los estudios preliminares indican que esta bacteria inhibe la proliferación del cáncer e induce a la muerte celular de las células cancerígenas" concluyeron.
Para los investigadores, estos estudios sugieren que es factible diseñar derivados de seriniquinona específicos para tratar el melanoma con propiedades similares a las de los medicamentos.
Los autores recibieron la financiación del Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU., la Fundación Taubman y la Fundación de Investigación de São Paulo, en Brasil.
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