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Menos colesterol, menos Alzheimer

Los niveles de colesterol elevados en la sangre pueden aumentar el riesgo de enfermedades cardíacas, eso se sabía, pero ahora los investigadores de la Universidad de California, en Davis, han descubierto que un nivel saludable de colesterol se relaciona con la presencia de placa amiloide en el cerebro, una característica de la enfermedad de Alzheimer.

"Los patrones no saludables de colesterol podrían estar causando directamente los niveles más altos de amiloide, que se sabe contribuye a la enfermedad de Alzheimer, de la misma manera que promueven la enfermedad cardíaca", dijo Bruce Reed, autor del estudio.

Menos colesterol, menos Alzheimer
| Foto: SHUTTERSTOCK

Puntos clave

  • Mantener a raya el colesterol previene también el Alzheimer
  • Es la primera vez que se vinculan estos términos
  • Un hallazgo vital en la lucha contra el Alzheimer

La investigación, que fue publicada en JAMA, se realizó sobre 74 hombres y mujeres de 70 años, y establece por primera vez una vinculación entre los niveles de colesterol en la sangre y el depósito de la placa amiloide en el cerebro.

Los científicos señalaron que es vital mantener bajos los niveles de colesterol. "Este estudio proporciona una razón más para continuar con el tratamiento del colesterol en las personas que están desarrollando pérdida de la memoria, independientemente de las preocupaciones con respecto a su salud cardiovascular", agregó Reed.

Los niveles de colesterol tienden a aumentar con la edad. El aumento suele no tener signos ni síntomas, pero sí puede detectarse con un análisis de sangre. Las personas con más probabilidades de tener un nivel de colesterol alto son quienes tienen antecedentes familiares, padecen sobrepeso o consumen muchas comidas grasosas.

El temible Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer es una enfermedad irreversible y progresiva del cerebro que lentamente destruye la memoria y las aptitudes del pensamiento, y con el tiempo, hasta la capacidad de llevar a cabo las tareas más simples.

En la mayoría de las personas afectadas con esta enfermedad, los síntomas aparecen por primera vez después de los 60 años de edad, según los Institutos Nacionales de Salud (NIH).

Es la causa más común de demencia en las personas mayores. Causa la pérdida del funcionamiento cognitivo, o sea, pensar, recordar y razonar, a tal punto que interfiere con la vida y las actividades diarias de una persona.

Las cifras calculadas varían, pero los expertos sugieren que el número de personas que padecen de esta enfermedad puede ser tan alto como 5.1 millones de Estadounidenses.

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