Este contenido ha sido archivado y puede no estar actualizado

Renovación facial por láser: para arrugas, manchas y cicatrices

Aquí te presentamos un tratamiento que ayuda a reducir arrugas y atenuar cicatrices y manchas. 

El rostro pierde tonicidad y los tejidos se ven más flácidos e irregulares, especialmente porque disminuye  la producción de colágeno, que es el encargado de dar apoyo y sostén a las células de la piel.

Renovación facial por láser: para arrugas, manchas y cicatrices

Puntos clave

  • Ayuda a reducir arrugas y atenuar cicatrices y manchas en la cara.
  • Consiste en una luz que se aplica sobre una zona determinada y tiene la ventaja de ser muy preciso, lo cual es ideal para tratar zonas delicadas.
  • Hay dos tipos de láser, el de dióxido de carbono (CO2) y el Erbium. En ambos casos se aplican 10 a 12 sesiones de 20 minutos cada una, dos veces por semana, con una sesión mensual de mantenimiento.

Una muy buena alternativa para rejuvenecer el rostro sin acudir a una cirugía estética invasiva es la renovación facial por láser. Esta práctica ayuda a reducir arrugas y atenuar cicatrices y manchas. Consiste en una luz que se aplica sobre una zona determinada y tiene la ventaja de ser muy preciso, lo cual es ideal para tratar zonas delicadas.

¿Cómo actúa?

La acción de un haz de luz concentrado remueve la capa externa de la piel (epidermis) y aplica calor sobre la dermis. Este calor evapora el tejido, activa la producción de colágeno y elastina y  promueve la regeneración de vasos sanguíneos. Todos estos efectos dan como resultado una piel más firme y suave.

La aplicación de láser no es un peeling ni quema la piel, por lo tanto no es traumático y los pacientes pueden seguir desarrollando una vida normal. Luego del tratamiento se aprecian mejoras en el aspecto y la textura del rostro, pero éste debe mantenerse siempre humectado. En algunos casos puede aparecer una coloración rojiza durante un par de semanas, que se puede atenuar o disimular mediante el uso de maquillaje no graso.

Las personas rubias o pelirrojas son más susceptibles de tener enrojecimiento, en tanto que las de piel oscura pueden sufrir una hiperpigmentación que les oscurezca más la  zona tratada. Para evitar este inconveniente, el médico suele indicar un producto blanqueador para utilizar antes y después de la aplicación del láser.

Dependiendo del poder de penetración del haz de luz, se eliminarán más capas de piel. Sin embargo, a mayor profundidad, mayores efectos y duración,  pero también más riesgos como por ejemplo la hipersensibilidad al sol. De todos modos, luego del láser se debe utilizar una protección solar de factor 15 durante los 6 primeros meses.

Tipos de tratamiento

Hay dos tipos de láser, el de dióxido de carbono (CO2) y el Erbium. El primero se ha utilizado por años para tratar distintas afecciones de piel y consiste en la aplicación de un haz de luz continuo para remover una delgada capa de piel. Hay un daño mínimo en la estructura de la piel que rodea la zona tratada, y la recuperación lleva alrededor de dos semanas.

El Erbium puede ser aplicado en cualquier tipo de piel sin producir lesiones ni molestias y no requiere cuidados posteriores ya que no perdura su efecto térmico. Es ideal para reducir arrugas superficiales o medianamente profundas en la piel de la cara, manos y pecho. Como afecta mínimamente el tejido que circunda la zona tratada, tiene muy leves efectos de enrojecimiento, pero al cabo de una semana desaparecen totalmente.

En ambos casos se aplican 10 a 12 sesiones de 20 minutos cada una, dos veces por semana, con una sesión mensual de mantenimiento. Requiere el uso de anestesia en combinación con un sedante intravenoso u oral. Luego de cada aplicación puede haber  enrojecimiento de la piel y picazón por 12 o 72 horas y dentro de los 5 o 7 días posteriores al tratamiento la piel se reseca y se pela en las zonas tratadas, y deja lugar a la nueva que al principio tiene una tonalidad rosada y luego va tomando su coloración habitual.

Según los expertos del Departamento de Dermatología de la Escuela de Medicina de la Universidad de Michigan,  la aplicación de láser de dióxido de carbono es una de las maneras más efectivas de inducir la formación de colágeno, ese tejido de sostén indispensable que hace que la piel luzca sana y joven.

“Todos estos tratamientos estimulan el colágeno nuevo, mejoran la apariencia de la piel y su capacidad para resistir las lesiones y el desgaste– escribieron los investigadores liderados por el doctor John Voorhees, a cargo del departamento de Dermatología de la citada universidad norteamericana. El colágeno es una sustancia de apoyo clave, que abunda en la piel joven y se produce en la capa debajo de la superficie conocida como dermis.”

Comparte tu opinión