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La caída del pelo y los tratamientos para el cáncer

El cabello puede caerse total o parcialmente en la etapa anágena, que es el primer ciclo de crecimiento. 

Es muy frecuente en pacientes que reciben tratamiento de quimioterapia, radioterapia o en personas que han consumido veneno como el arsénico y el talio (alopecia tóxica) que están presentes en muchos raticidas.  

La caída del pelo y los tratamientos para el cáncer

Puntos clave

  • Es la excesiva caída del cabello durante la fase anágena de crecimiento.
  • La pérdida de cabello puede ser total o parcial.
  • Es uno de los efectos secundarios más angustiantes de la quimioterapia

Se trata de la excesiva caída del cabello durante la fase anágena. Como el cabello está muy debilitado, la persona afectada suele quedarse con mechones en la mano al peinarse o lavar el cabello e incluso ante un leve tirón.

El cabello humano atraviesa tres ciclos de crecimiento: la fase anágena que dura de 3 a 8 años, la fase catágena que es de transición y dura de 2 a 3 semanas y la fase telógena que dura de 2 a 4 meses y es cuando el cabello se desprende .  

Los folículos pilosos no producen cabello continuamente sino que lo hacen durante la fase anágena y luego retroceden a una etapa de descanso antes de empezar con un nuevo cabello. 

En un cuero cabelludo sano está creciendo pelo en un 80% o 90% de los folículos pilosos. 

Según un informe de especialistas del Departamento de Dermatología de la Universidad de New Jersey, cuando hay AE la pérdida rápida y difusa del cabello puede llegar a ser total; se ve con frecuencia en personas que toman medicamentos para el cáncer o que han ingerido productos tóxicos como veneno para ratas. 

Este tipo de sustancias inhiben la rápida proliferación de las células, y al intentar bloquear el desarrollo de un cáncer, las células de los folículos pilosos también resultan afectadas y se interrumpe repentinamente la producción de fibra capilar.

La terapia de frío

La caída del cabello durante la quimioterapia es uno de los efectos secundarios más angustiantes, y se ha intentado revertirla utilizando una terapia de frío. 

Esta consiste en colocar bolsas con hielo sobre el cuero cabelludo durante las sesiones de quimioterapia, con la intención de reducir el flujo sanguíneo y evitar que los folículos capilares reciban la medicación. 

Sin embargo, no se ha logrado el éxito  esperado ya que ha traído más complicaciones y molestias que soluciones y se ha abandonado en la mayoría de los ámbitos.

Afortunadamente, en estos casos el cabello se recupera totalmente una vez finalizado el tratamiento, y es frecuente que crezca con más fuerza y espesor. 

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