Pebísut, nombre con el que se denomina al medicamento, es un polímero de origen vegetal, adicionado con óxido de zinc de aplicación tópica. La Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris) de la Secretaria de Salud de México ya le otorgó el registro oficial y su patente ya fue obtenida en Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y México.
La investigación para obtener el nuevo fármaco comenzó en 2005. “Comenzamos en el laboratorio con la primera fase experimental, donde probamos los efectos con ratones. En todo este tiempo me dediqué a estar buscando los componentes necesarios para establecer este medicamento, hasta que quedó este componente”, resaltó Cueto García en información difundida por la Universidad Anáhuac, en donde es investigador de la Facultad de Ciencias de la Salud y se realizó el estudio.
La sustancia médica es una especie de gel que se unta en las heridas, mismas que cicatriza a corto plazo (en algunos casos hasta en tres días), elimina el dolor y las secreciones. “Logramos mejorar la calidad de vida de los pacientes. Úlceras similares a carne molida sanan en dos semanas. El ánimo de las personas es diferente”, resaltó el científico.
Aclaró que el fármaco no surte efecto cuando los casos están muy avanzados, como gangrena, lesiones en huesos y articulaciones, y el medicamento ya se usa en el Hospital Juárez de la ciudad de México y en un nosocomio de Tijuana, Baja California.
Al ser un fármaco de aplicación tópica, no hay necesidad de instrumentos especiales, más que la higiene y un aplicador, además de que no requiere de refrigeración. “La presentación de este medicamento es un ungüento, que no necesita más que de un aplicador para usarse; no es tóxico, al ser un polímero vegetal natural biodegradable, y además no hay reacción de rechazo en el cuerpo”, detalló el científico.
Destacó que Pebísut no se es un antibiótico, sino un medicamento que ayuda a la cicatrización total de heridas presentes en personas con pie diabético, por lo que no produce resistencia y tiene propiedades contra las bacterias.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Estados Unidos, las úlceras en los pies son la razón más común de las hospitalizaciones de personas con diabetes y pueden tardar semanas o incluso varios meses en sanar. La diabetes reduce la circulación de la sangre a ciertas áreas del cuerpo, especialmente a las extremidades (pies/piernas), lo que dificulta la capacidad del cuerpo de sanar las lesiones.
Además, es posible que el daño a los nervios por la diabetes te impida sentir dolor en los pies y que no te des cuenta si tienes una herida o lesiones que necesiten tratamiento. Si no se detecta, la úlcera se puede volver más grande e infectar. Esto puede llevar a la amputación de un dedo, un pie o incluso una pierna.
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