La cantante Toni Braxton, que atesora siete premios Grammy, se unió a la campaña que organizan la institución sin fines de lucro “Autism Speaks” y la empresa Lindt para recaudar fondos a fin de colaborar con quienes sufren de autismo y sus familias.
“Como una madre de un niño con autismo, siento pasión por esta causa”, explicó la artista. “Estoy excitada de formar parte y me honra tener la oportunidad de ayudar a juntar fondos y concientizar”.
La campaña, que se lanza a pocos días de la celebración de Pascuas, consiste en la subasta del “conejo dorado”, además de la donación por las ventas de determinados productos o el envío de tarjetas electrónicas.
Además de Toni Braxton, se unieron a esta causa otras celebridades, como Orlando Bloom, Nick Cannon, Steve Carell, Kim y Kourtney Kardashian, Reese Witherspoon, Mark Sanchez y Eva Longoria, entre otros.
Puntos clave
Un largo camino hacia el diagnóstico
Toni Braxton, que se hizo famosa con su canción “Unbreak my heart”, conoce de cerca lo que es el autismo. Su hijo menor, Diezel, de 7 años, fue diagnosticado de autismo en septiembre de 2006.
Tal como la artista relató en una entrevista en “The view”, “él no se estaba desarrollando como su hermano. Yo sé que se supone que uno no tiene que comparar, pero las cosas eran drásticamente diferentes”, describió.
Durante un tiempo, visitó a varios médicos y pediatras para saber qué era lo que tenía el niño. La mayoría le decía que su hijo “tenía un pequeño retraso”. Otros le diagnosticaron desde problemas del lenguaje hasta dificultades en la audición. Pero los padres ya habían llevado al niño dos veces a hacerse un chequeo de los oídos y le habían informado que su audición era correcta.
Las cosas empeoraron cuando Braxton y su esposo anotaron al niño en una escuela privada: le dijeron que no podía ir.
Hasta que acudieron a una organización en Las Vegas, donde finalmente les informaron que su hijo padecía de autismo.
Con el tiempo, la cantante aprendió a identificar ciertas señales propias de este trastorno, como la imposibilidad de mirar a los ojos, su tendencia a sentarse siempre en el mismo lugar y a usar el mismo plato para comer.
En los Estados Unidos, se estima que uno de cada 110 niños sufre de autismo, según un reporte de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades.
Entre 2002 y 2006, se incrementaron los casos un 57%. Pero si se compara la prevalencia con respecto a 20 años atrás, el aumento de los diagnósticos es del 600%.
Aunque la mayoría de los padres empieza a advertir problemas en el desarrollo del niño a los tres años, la edad promedio del diagnóstico es a partir de los 53 meses, es decir, casi a los 4 años y medio.
La organización “Autism Speaks” define al autismo como a “un trastorno neurológico complejo que generalmente dura toda la vida. Es parte de un grupo de trastornos conocidos como trastornos del espectro autista (ASD por sus siglas en inglés)”.
