E-Cigarrillo eleva virulencia de bacterias

Los investigadores, quienes presentaron sus hallazgos en la Conferencia Internacional de la Sociedad Torácica Americana (ATS, por sus siglas en inglés), probaron los efectos del vapor del e-cigarrillo en el Staphylococcus aureus resistente a la meticilina o SARM (una cepa de la bacteria que se ha vuelto resistente a varios antibióticos) y las células epiteliales humanas.

El SARM comúnmente coloniza el epitelio de la nasofaringe, donde las bacterias y las células epiteliales están expuestas constantemente a sustancias inhaladas como el vapor del cigarrillo electrónico y el humo del cigarrillo.

E-Cigarrillo eleva virulencia de bacterias
| Foto: SHUTTERSTOCK

Los científicos descubrieron que la exposición al vapor del e-cigarrillo aumenta la virulencia de las bacterias, ayudando al SARM a escapar de la muerte a manos de péptidos antimicrobianos y macrófagos. Sin embargo, el vapor no hizo a las bacterias tan agresivas como la exposición al humo del cigarrillo detectada en estudios paralelos.

Los investigadores analizaron cinco factores que contribuyen a la virulencia de SARM: la tasa de crecimiento, la susceptibilidad a las especies reactivas del oxígeno (ROS), la carga superficial, la hidrofobicidad y la formación de biopelículas. En particular, el vapor de e-cigarrillo condujo a alteraciones en la carga de la superficie y la formación de biopelículas, que confiere mayor resistencia a la destrucción por las células humanas y los antibióticos.

Los autores del estudio atribuyen el aumento de la virulencia de SARM al cambio del pH inducido por el vapor del e-cigarrillo y la generación de un ambiente más ácido o alcalótico que favorece a las células bacterianas. Estos cambios, además, hacen que disminuya la capacidad de las células epiteliales humanas para matar patógenos.

¿Qué es el SARM?

Los Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), refieren que el Staphylococcus aureus, conocido a menudo como estafilococo, es una bacteria que generalmente se encuentra en la piel o en la nariz de la gente sana. Cerca del 25% al 30% de la población está colonizada (cuando las bacterias están presentes pero no están causando infección) en la nariz por bacterias estafilocócicas. Hay ocasiones en las que el estafilococo puede causar una infección. Las bacterias estafilocócicas son una de las causas más comunes de infecciones de la piel en los Estados Unidos.

El SARM es un tipo de estafilococo que es resistente a los antibióticos llamados betalactámicos. Si bien un 25% a 30% de la población es colonizada por estafilococos, aproximadamente el 1% es colonizada por SARM.

Las infecciones por estafilococos, incluida la del SARM, se presentan con mayor frecuencia entre personas con sistemas inmunitarios debilitados que están en hospitales e instalaciones de atención médica (como asilos para ancianos y centros para diálisis). Estas infecciones por estafilococos originadas en los entornos médicos incluyen las infecciones por heridas quirúrgicas, infecciones de las vías urinarias, infecciones del torrente sanguíneo y neumonía.

Cigarrillo electrónico en EE.UU.

Los cigarrillos electrónicos actualmente no están regulados por la Administración de Drogas y Alimentos (FDA) y en la mayoría de los estados, no hay restricciones para la venta de éstos a menores de edad.

Un estudio del CDC reveló que el uso de cigarrillos electrónicos se ha duplicado entre los estudiantes de secundaria y de universidad en EE.UU. entre 2011 y 2012: 1.78 millones de jóvenes los utilizaron en 2012. Además, se estima que unos 160.000 jóvenes han fumado cigarrillos electrónicos sin haber fumado antes un cigarrillo tradicional.

Entre los estudiantes de secundaria, el total de jóvenes que probó al menos una vez el cigarrillo electrónico pasó del 4.7% en 2011 al 10% en 2012, y su uso actual aumentó del 1.5% al 2.8%. Casi el 7.2% nunca fumó cigarrillos convencionales. En el ámbito universitario, la experimentación con el producto se incrementó de 1.4% a 2.7% durante el mismo período.

En los adultos también creció el consumo: aproximadamente el 6% de todos los adultos han probado los cigarrillos electrónicos en 2011-2012, casi el doble de la tasa reportada en el año 2010.

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