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¿Se acerca la cura de la artritis?
Por HolaDoctor
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¿La artritis llegó a su fin?
Un nuevo tratamiento contra la artritis reumatoide podría controlar esta enfermedad autoinmune. Se trata de un procedimiento en base a células "dendríticas", que "reeducan" al sistema inmune del paciente. Además de ésta, otras terapias han surgido con la meta común de acabar con este mal.
De acuerdo con el Instituto de Educación al Paciente es una afección muy común que en sus diferentes tipos afecta a casi 43 millones de americanos, es decir, 1 de cada 6 personas. Ésta aparece cuando el cartílago y el fluido sinovial de las articulaciones se inflaman o destruyen.
Tipos y síntomas
Existen muchas manifestaciones de esta enfermedad entre las que sobresale la artritis reumatoide, la osteoartritis y la artritis pos-traumática. Parte de los síntomas generalmente son dolor y deformidad de la articulación aunque suelen agregarse más signos dependiendo del tipo de padecimiento.
Rehabilitando el sistema
Desde hace 10 años el Instituto Milenio de Inmunología de Chile se ha dado a la tarea de buscar nuevas terapias para poder controlar de forma definitiva a esta enfermedad. Después de una larga búsqueda encontraron la solución en las células dendríticas, las cuales pueden reprogramarse.
“Las células dendríticas son parte del sistema inmune y en la artritis se descontrola su funcionamiento”, comentó el investigador Juan Carlos Aguillón. “Son las responsables de montar las respuestas para defendernos, es decir, la inmunidad, pero también se sabe que son capaces de apagar las respuestas”.
Según Aguillón es posible controlar estas células a través de instrucciones que se hacen desde el laboratorio para corregir este defecto en forma especifica. Incluso, se ha encontrado en modelos experimentales, como en ratones, que al apagar la instrucción que pueda dar la célula dendrítica se inhibe la enfermedad.
Con este hallazgo podríamos pensar en otras líneas de estudio sobre enfermedades autoinmunes. “Esto se está trabajando en lupus y en esclerosis múltiple”, comentó Aguillón. “La primera vez se usó en cáncer en el sentido de aumentar la capacidad de generar respuesta y hoy en día es un tratamiento estándar para tratarlo".
Una de las mayores ambiciones de la Ley de Cuidado de la Salud a Bajo Precio es que para 2020 toda la población tenga acceso a la atención médica, razón por la que a partir del próximo año, contar con seguro médico será un derecho, pero también una obligación.
Uno de los mayores retos de la reforma es bajar los altos costos para los tratamientos de enfermedades crónicas sin que se dispare el costo de los seguros. La artritis es una de estas condiciones crónicas, con gastos importantes, y fijos, en medicamentos.
Por ejemplo, para el tratamiento del cáncer, la Sociedad de Leucemia y Linfoma advierte que los medicamentos de especialidad pueden costar miles de dólares al mes y en California, los pacientes tendrían que pagar hasta un 30 por ciento del costo. En el tema de la artritis, el panorama no varía mucho.
Varios críticos, como Dan Mendelson, presidente de la firma Avalere Health, que atiende a la industria del cuidado de la salud, temen que más estados sigan el ejemplo de California y se frustre el propósito del Obamacare. “Es importante que el diseño de los beneficios no discrimine a personas con enfermedades crónicas”.
A partir del 1 de enero de 2014 los pacientes con una condición preexistente, como la artritis, ya no serán excluidos de las aseguradoras, ya que se establece que por ningún motivo se deberá de negar la cobertura.
Punto a favor
Sin cobertura, los pacientes con condiciones preexistentes a menudo retrasan su tratamiento, ignoran sus problemas médicos o no compran médicinas debido a los costos. Con el Obamacare más pacientes recibirán atención que necesitan y al conocer su condición a tiempo podría ahorrar dinero en tratamientos.
Existen varias clases de fármacos para atacar este tipo de padecimiento. Los más comunes son los antirreumáticos modificadores de la enfermedad, como el metotrexato; los antiinflamatorios, como el celebrex; los antipalúdicos, como la hidrocicloroquina o los corticosteroides para la hinchazón.
Golimumab, es el nombre de uno de los últimos medicamentos biológicos en los que la sociedad ha puesto sus esperanzas, ya que promete ser eficaz en el tratamiento de la artritis reumatoide, artritis psoriásica y espondilitis anquilosante.
Con todo
Según la Food and Drug Administration (FDA) el golimumab, una inyección subcutánea que se administra una vez al mes, debe de emplearse sola o en combinación con metotrexato para casos de AR moderada a severa, o en casos de artritis psoriásica o espondilitis anquilosante activas.
Como la mayoría de los medicamentos, sí. En las pruebas clínicas se encontró que los efectos secundarios más comunes fueron infección respiratoria, dolor de garganta y congestión nasal. Antes que nada, lo mejor es pedir la opinión de tu médico.
Antes de comprar algún fármaco para la artritis debes de saber qué propósito tienen en tu organismo. Algunos de éstos son aliviar el dolor, reducir la inflamación o hinchazón, alentar el proceso de la artritis, reducir niveles de ácido úrico, hacer más lenta la pérdida ósea y bajar la actividad del sistema inmunológico.
Otras alternativas para combatir la artritis reumatoide son las terapias biológicas como el Tocilizumab. Este tratamiento está enfocado en bloquear o inhibir células específicas o sustancias que participan en el desarrollo de la enfermedad.
“La evidencia de dicho tratamiento se ha presentado en congresos nacionales e internacionales en los que llama la atención el porcentaje de pacientes tratados que han alcanzado la remisión de la enfermedad”, comentó el Dr. Juan Manuel Miranda Limón, especialista en reumatología.
Para este tipo de padecimiento hay fármacos disponibles que incluyen analgésicos, inyecciones de esteroides y otras para el alivio del dolor. Según la Biblioteca Nacional de Medicina, los analgésicos simples incluyen ibuprofeno, aceclofenac, sodio y valdecoxib.
Los ejercicios de rango o amplitud de movimiento junto con los programas indicados por un fisioterapeuta pueden retardar la pérdida de la función articular y ayudan a mantener los músculos fuertes.