¿Necesito ir al psicólogo?

Con la nueva Ley de Seguros de Salud a Bajo Precio las agencias gubernamentales, organizaciones, proveedores de salud comenzaron una campaña de concientización sobre salud mental para ayudar a los estadounidenses a vivir una vida más saludable física y mentalmente.

El Presidente Obama señaló en varias oportunidades que la nación necesita asegurarse que la gente entienda que "pedir ayuda no es un signo de debilidad sino un signo de fortaleza". Ahora, decenas de millones de estadounidenses tendrán acceso a esta nueva cobertura.

La depresión es una enfermedad real que modifica la vida de las personas, sus pensamientos, estado anímico que además acarrea síntomas físicos y corporales. Nadie elige estar deprimido y no es un signo de debilidad. El 80% de los individuos depresivos que reciben tratamientos obtienen mejoras.

Una tragedia, trauma o pérdida pueden desencadenar una profunda tristeza. Sin embargo, si no hay motivo aparente, los periodos de tristeza postraumáticos, se convierten en desesperanza y desinterés, dificultades para dormir, incapacidad para disfrutar cosas y tienen al menos 6 meses de duración, es probable que estemos frente a un cuadro de depresión.

Los médicos relacionan muchos problemas médicos con el estrés. Cerca del 90% de las consultas médicas en los Estados Unidos se deben a problemas relacionados con el estrés como úlceras, problemas coronarios, alta presión, obesidad, alcoholismo, tabaquismo, según el Centro de Control de Enfermedades.

Si bien existe un estrés "saludable" que tiene que ver con la necesidad de cambio. Si sientes extrema fatiga o somnolencia, problemas digestivos, dolores de cabeza, desórdenes alimenticios o un malestar que te impide seguir con tus actividades normales, llegó la hora de pedir ayuda.

Unas 40 millones de personas en Estados Unidos sufren algún trastorno de ansiedad, según el Instituto Nacional de Salud Mental. Lo mismo que con el estrés, si bien la ansiedad es algo esperable en algunas situaciones, si es un trastorno importante que va más allá de la realidad del problema e interfiere con el desempeño normal de la persona, requiere intervención.

Ya sea en forma de fobia, ataques de pánico o malestar indeterminado, si no hay una causa que justifique el ataque de ansiedad, si ese estado tiene una duración prolongada y si no te permite ir a trabajar, socializar o realizar actividades que antes disfrutabas debes consultar.

Las personas bipolares tienen fluctuaciones en su estado de ánimo que pasa de muy bueno, alegre o irritable a la depresión, con cambios que pueden ser repentinos. Las "fluctuaciones en el estado de ánimo" entre manía y depresión pueden ser muy rápidas, con episodios más o menos intensos.

Con respecto a la causa, lo que sucede en la mayoría de las personas es que no existe una causa clara para los episodios maníacos o depresivos. Según el Instituto Nacional de Salud Mental, el trastorno bipolar suele empezar entre los 15 y 25 años y generalmente dura toda la vida. En este caso también, el tratamiento suele ser muy beneficioso.

Los prejuicios y la discriminación muchas veces hacen de barrera para que las personas pidan ayudan aún cuando la necesitan. La forma de empezar es con una conversación, hablando con alguien en quien confías, de las cosas que te pasan, si es que aún no estás listo para recurrir a a un profesional.

Los tratamientos en salud mental combinan una serie de recursos, pero definitivamente hablar de lo que sucede está presente en todos los abordajes. Está comprobado que hablar de los problemas ayuda a resolverlos y a verlos desde una perspectiva diferente.

Para pedir ayuda, puedes recurrir a la línea gratuita de derivación de tratamiento de la Administración de Servicios de Salud Mental y Abuso de Sustancias SAMHSA 1-800-662-4357 (HELP). También, si estás deprimido o en crisis puedes tener una conversación confidencial, gratuita e inmediata con el Centro de Nacional de Prevención del Suicidio al 1-800-273-8255 (TALK).