La menopausia ocurre cuando los periodos menstruales de una mujer finalizan en forma permanente. A medida que envejeces, tus ovarios producen menos cantidad de las hormonas femeninas estrógeno y progesterona, que son las encargadas de regular el ciclo menstrual y esto suele producirse entre los 40 y 59 años. El proceso posterior es gradual y puede durar algunos años.
No sabemos cuál es tu caso, pero en algunas mujeres la menopausia apenas se nota porque dejan de tener periodos. Otras, en cambio, sí experimentan algunos síntomas, como: sofocos, problemas en el tracto urinario, dolor de cabeza, sudoración nocturna, problemas para dormir, aumento de peso, cansancio y sequedad vaginal, lo que puede provocar dolor durante la relación sexual.
Muchas mujeres experimentan síntomas emocionales durante la menopausia. Estas señales pueden incluir tristeza, ansiedad y cambios en el estado de ánimo. Para algunas mujeres, los síntomas pueden ser muy intensos e interfieren en tu vida diaria. Si consideras que estás teniendo problemas emocionales, habla con tu médico de familia.
La menopausia es una fase, no es una enfermedad. Es apenas una nueva etapa de tu vida, hacia un periodo no fértil. Debes enfrentarla como una fase fisiológica normal, agradecer la posibilidad de llegar a esa nueva etapa y de disfrutar del privilegio que te confieren los años y la experiencia.
Estudios clínicos señalan que para muchas mujeres la sexualidad mejora a partir de los 40. Estudios sobre el envejecimiento de la Universidad de Duke, en Estados Unidos, refieren que 72% de mujeres mayores de 40 años reconocía haber mejorado su experiencia orgásmica en el acto sexual en comparación con su etapa juvenil, mientras que 19% afirmaba no haber notado diferencia con años anteriores.
La menopausia no tiene necesariamente que afectar tu energía sexual. En realidad hay muchas mujeres que empiezan a disfrutar todavía más su sexualidad en esta etapa, pues no tienen que preocuparse por temas como la anticoncepción y otros problemas que están más asociados a la juventud.
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Depresión y dolor
Las mujeres que tienen bajos niveles de deseo sexual, generalmente como resultado de la menopausia, son más propensas a sufrir de depresión y síntomas físicos tales como dolor de espalda y problemas de memoria que las mujeres que reportaron niveles de deseo sexual más altos, reportó un estudio de la Universidad de Carolina del Norte, Estados Unidos.
La investigación de la Universidad de Carolina del Norte mostró que sufrir falta de deseo sexual (conocida también como deseo sexual hipoactivo) es un problema significativo y clínicamente relevante y no una fase normal o inevitable del proceso de envejecimiento, aseguró Andrea K Biddle, PhD, profesora asociada de la UNC Gillings, escuela global para la Salud Pública.
Una de las señales de la menopausia es la resequedad vaginal o irritación, debido al déficit de estrógenos. Carmen Menéndez, ginecóloga experta en menopausia y directora médica del Instituto Palacios de Madrid, atribuye a esa sensación molesta la pérdida del deseo sexual porque resulta más difícil conseguir la excitación y el orgasmo cuando hay menos lubricación. Cuando eso pasa el deseo se desvanece.
La psicóloga y sexóloga española, Rosario Castaño, afirma que en la mayoría de los casos las mujeres se quejan por la sequedad y las infecciones vaginales, la disminución o ausencia de la líbido, la baja autoestima, los problemas de pareja o la inadaptabilidad a los cambios de imagen de este periodo. Para todo esto hay respuestas. El dolor en las relaciones sexuales se previene con el uso de estrógenos y cremas hidratantes.
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A veces es solo pereza
La experta española Carmen Menéndez recuerda que el sexo acompaña al ser humano desde que nace hasta que muere y que la falta de deseo no lo asocia con la edad sino con la pereza o la falta de imaginación. El acto sexual, dice, requiere de preparación, de ideas y de mucha creatividad, sobre todo después de los 50 años.
Los ejercicios de Kegel (diseñados por el ginecólogo estadounidense Arnold Kegel en la década de los 40 con el fin de fortalecer la musculatura del suelo pélvico y mejorar los problemas de incontinencia urinaria de sus pacientes) mejoran la fuerza y el tono muscular de esta zona, se indican para la pérdida de flexibilidad y la atrofia de los tejidos vaginales que se producen a consecuencia de la menopausia.
Es fundamental que fluya la comunicación sincera y franca con tu pareja si quieres mantener una relación sexual saludable. Debes hablar abiertamente de las dificultades para poder superarlas y explicarle con antelación cuáles posturas te incomodan, cuáles te hacen daño y de qué manera pueden subsanar esos pequeños inconvenientes.
