Entre el 30% y el 80% de los estadounidenses sufre de cefaleas tensionales. Al mismo tiempo, el 3% de la población sufre de este tipo de dolor de cabeza al menos una vez al día. Las mujeres son dos veces más propensas a sufrirlas que los hombres, según la Clínica Cleveland.
No existe una sola causa sino varias. En algunas personas se asocian con la tensión en los músculos del dorso de la nuca y el cuero cabelludo. Esta tensión puede agravarse si la persona no descansa lo suficiente, con la mala postura corporal y con el estrés emocional o mental y la depresión.
Tan comunes como difíciles de tratar
“Desafortunadamente, las cefaleas tensionales se ubican entre los dolores de cabeza más desatendidos y difíciles de tratar”, informa el Centro Médico de la Universidad de Maryland. No obstante, aunque son muy dolorosas, “raramente son un signo de una enfermedad más seria” agrega.
Permanecer mucho tiempo en una misma posición, leyendo, usando la computadora o jugando a video games puede provocar este tipo de cefaleas. Por lo general, el dolor empieza en la parte de atrás de la cabeza y se desplaza hacia delante. Al final, puede llegar a incluir el cuello, el cuero cabelludo y la cabeza.
El estrés físico o emocional, beber alcohol o demasiada cafeína, los resfríos, gripes o sinusitis, bruxismo o rechinamiento de dientes, tensión ocular, fumar, cansancio o el esfuerzo excesivo.
Es un dolor de cabeza diferente: la sensación es de mucha presión, como una banda apretada alrededor de la cabeza en forma generalizada (no en un punto solo). Puede ser peor en el cuero cabelludo, la sien o parte posterior del cuello y también en los hombros, según la Biblioteca Nacional de Medicina.
¿Cuánto puede durar?
La cefalea tensional puede aparecer como un hecho aislado o de manera recurrente, hasta todos los días. La duración puede oscilar entre 30 minutos hasta extenderse por siete días. Si donde está la persona hay ruido o resplandor, podría acentuarse más aún.
Este tipo de cefaleas no se caracterizan por provocar malestares estomacales, como náuseas o vómitos. Sí, en cambio, podría presentarse dificultad para dormir.
Cambios que pueden mejorar
Una combinación de cambios de estilo de vida, técnicas de relajación y algunas terapias tradicionales o alternativas podrían reducir la frecuencia o intensidad de estos episodios. Las personas que sufren 15 días o más por mes, durante varios meses, ya son considerados, pacientes crónicos.
Salvo que ya sea un dolor crónico, los médicos aconsejan identificar qué le sirve a cada persona para sentirse mejor: una ducha o baño frío o caliente, descansar en una habitación tranquila y ponerse un paño frío en la cabeza, son algunos ejemplos. Si ésto no lo alivia, seguramente el médico indicará alguna medicación.
Los medicamentos de venta libra generalmente son efectivos. Aunque no se deben tomar por varios días seguidos y respetar la dosis recomendada en el envase. Es fundamental ser cuidadoso, ya que todas estas drogas tienen efectos secundarios, advierte el Centro Médico de la Universidad de Maryland.
Efectos adversos para tomar en cuenta
El acetaminofeno (Tylenol, paracetamol) puede causar daño hepático si se usa en altas dosis o por períodos prolongados. La aspirina puede causar malestar estomacal y hemorragia. El ibuprofeno (Advil, Motrin) y el Naproxeno (Aleve) pueden provocar malestar estomacal y hemorragia; y aumentar el riesgo de problemas cardíacos.
Medicamentos bajo receta
Cuando la cefalea tensional no es esporádica, el médico puede indicar un medicamento bajo prescripción. Por lo general, la primera opción es la amitriptilina u otro antidepresivo. “Los antidepresivos tienen acción analgésica, lo que puede proporcionar alivio a quienes sufren de cefalea”, explica la National Headache Foundation. En especial, cuando hay problemas del sueño.
Para prevenir las cefaleas tensionales, la National Headache Foundation, recomienda llevar un diario que registre datos esenciales para poder identificar los factores y situaciones que las desencadenan. Esto le servirá al médico para poder indicar el tratamiento más conveniente.