Los frutos, flores y semillas de las calabazas, también llamadas zapallos o auyamas, tienen propiedades únicas, además de un incomparable sabor que las transforma en opciones más que atractivas para completar tus platillos. Conoce aquí cuáles son sus bondades para aprovecharlas al máximo.
La calabaza es más que un elemento típico de la decoración de Halloween. En tan solo una taza cocida puedes encontrar 2 g de proteína, 3 de fibra, 12 de carbohidratos, 0.2 de grasa, vitaminas, minerales y apenas 49 calorías. Además, el 94% de su composición es agua. Este coctel de propiedades nutritivas permite que al consumirla obtengas ciertos beneficios:
Nutre tu piel
Su color vibrante nos indica que la calabaza es una gran fuente de betacaroteno, un poderoso antioxidante que, al consumirlo, tu cuerpo lo convierte en vitamina A. También contiene vitaminas C y E, que aportan beneficios a la salud de la piel. La combinación de estos nutrientes ofrece protección contra el daño solar y previene la resequedad.
A la combinación de diabetes, obesidad y presión arterial alta se la conoce como síndrome metabólico y aumenta el riesgo de ciertos problemas, como la enfermedad coronaria y los accidentes cerebrovasculares. Según la evidencia científica, las dietas altas en betacaroteno, del que la calabaza es rico, proporcionan protección contra el desarrollo de este síndrome.
Protege tu visión
Las calabazas son ricas en muchos compuestos esenciales para la salud de los ojos, como betacaroteno, luteína, zeaxantina, y vitamina A y C. Gracias a la acción antioxidante de estos, se cree que puede prevenir o retrasar la progresión de enfermedades como la degeneración macular por la edad o las cataratas.
Fortalece las defensas
Cada porción de calabaza que sumes a tu dieta puede significar un sistema inmunitario más fuerte y un menor riesgo de desarrollar enfermedades infecciosas. Esto se debe a que su rico contenido de betacaroteno y vitamina C estimula la producción de glóbulos blancos, principales defensores del cuerpo contra la acción de agentes dañinos.
Ayuda a prevenir el cáncer
Muchos especialistas coinciden que, en la prevención del cáncer, la dieta cumple un rol muy importante. En el caso de la calabaza, diferentes estudios encontraron que algunos de sus compuestos, como la vitamina A y C, o los carotenoides, son claves contra el desarrollo tumoral, gracias a sus propiedades antioxidantes.
Sus semillas también son saludables
También conocidas como "pepitas", las semillas de calabaza son fuentes de magnesio, que parece mejorar el estado de ánimo y sueño, manganeso, que estimula la producción de colágeno y ayuda a la salud ósea, hierro, que oxigena las células, y zinc, que beneficia el sistema inmunitario, la piel y la visión. Además, con solo una porción puedes obtener entre el 14 y 42% del consumo diario de estos nutrientes.
Las semillas de calabaza también son ricas en cucurbitina, un aminoácido que tiene un efecto antihelmíntico que estimula la secreción gástrica y neutraliza a los parásitos, la lombriz intestinal y la solitaria. Este efecto facilita su desprendimiento de la pared del intestino y su expulsión por vía fecal.
La flor de la calabaza posee vitaminas A y C, ácido fólico, potasio, calcio y fósforo. Además, tiene muy pocas calorías y grasa, y contiene mucha agua en sus partes comestibles. Estas cualidades la convierten en un ingrediente ideal para la dieta, especialmente cuando se busca perder o controlar el peso.
Cómo consumirla
Comer la calabaza al horno o al vapor te aportará todos sus nutrientes y quedará muy bien como acompañante en tus platillos. En puré se puede usar como sustituto de la mantequilla o del aceite, sin embargo, los especialistas recomiendan evitar comerla frita o empanizada. También debes almacenarla correctamente, en un lugar fresco y oscuro.
Recuerda
Hasta contar con evidencia científica significativa proveniente de ensayos en humanos, las personas interesadas en utilizar terapias a base de hierbas y suplementos deben tener mucho cuidado. No abandones ni modifiques tus medicamentos o tratamientos, antes habla con el doctor sobre los potenciales efectos de las terapias alternativas o complementarias.
Fuentes consultadas
Base Exhaustiva de Datos de Medicamentos Naturales, Biblioteca Nacional
de Medicina de EE. UU., Departamento de Agricultura de EE. UU.,
Instituto Nacional de Medicina Complementaria y Alternativa.