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10 trucos para engañar al estómago cuando tienes hambre
Por Inés González
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Ataques de hambre
A veces el apetito nos juega una mala pasada entre las comidas y eso puede “hackear” la dieta. Sucumbir a esos antojos o ataques de hambre hace peligrar los avances en la pérdida de peso. Aprende pequeños trucos para no desear tanto los bocadillos que engordan, y saciarte sin sumar libras.
Sobrepeso: problema nacional
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) informan que cerca del 36% de los adultos del país padecen obesidad o sobrepeso, condiciones que elevan el riesgo de enfermedades como cáncer, diabetes y presión arterial alta, entre otras.
Es una excelente trampa para engañar al cerebro y al estómago. Investigadores de la Universidad de Rhode Island hallaron que las personas que mastican chicle en la mañana, consumen 67 calorías menos en el almuerzo. Además, el chicle ayuda a calmar la ansiedad, mejora el ánimo y reduce el estrés.
La primera comida del día es la más importante. Y tiene otros beneficios además de ayudarte a comenzar bien la jornada: mantiene tu estómago saciado por varias horas y disminuye el riesgo de padecer diabetes y obesidad, según un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Minnesota.
Las mejores opciones para el desayuno son: bacon, huevos, yogur y otros alimentos ricos en proteínas. La proteína causa saciedad y te hará sentir sin apetito por varias horas. También debes incluir en el desayuno, cereales integrales, leche magra, frutas frescas, verduras y granos enteros.
Incluye grasas saludables en las comidas y refrigerios. Las encuentras en el aceite de oliva y de canola, mantequilla de maní, aguacate, frutos secos y semillas. Satisfacen y envían sensación de plenitud al cerebro, entonces, sentirás menos hambre entre comidas.(Biblioteca Nacional de Medicina)
El ejercicio hace que el cuerpo produzca endorfinas, sustancias químicas que nos brindan bienestar, y entonces no buscará tanto el placer en los ricos bocadillos. Mientras se hace actividad física, no se activa la hormona del apetito, y el cuerpo se mantiene satisfecho hasta dos horas después.
Quienes hacen dieta y beben mucha agua adelgazarían más, según indica un estudio de 2013. Las personas que bebían agua antes de las comidas, experimentaron una pérdida de peso extra, explicó Brenda Davy, profesora de la Universidad Tecnológica de Virginia y autora principal de la revisión.
“Tu cerebro y estómago registran sensación de plenitud después de 20 minutos”, dijo Cara Stewart, nutricionista. “Durante ese tiempo, los receptores informan al cerebro que tu cuerpo está recibiendo nutrientes mediante una comunicación hormonal interna que no se produce si comes muy rápido” declaró.
Realizar 4 comidas al día y 2 colaciones es el mejor sistema para mantenerse con el peso deseado. La idea es hacer que el metabolismo esté activo, siempre en funcionamiento y permite evitar los atracones. Quienes saltan las comidas, después comen mucho más.
8. Duerme más
Y tu estómago gruñirá menos. Un estudio de la Universidad de Uppsala, en Suecia, halló que una región específica del cerebro que tiene que ver con el apetito, muestra más activación en respuesta a las imágenes de comida tras una noche sin sueño que tras una noche de sueño normal.
9. Pon a mano lo más saludable
Mantén a mano tentempiés reducidos en grasas y calorías, como palomitas de maíz, vegetales crudos con salsas bajas en calorías o frutas. Elige alimentos altos en fibra: pan integral, cereales integrales, arroz integral, pasta de trigo y frutas y vegetales, aconseja la Cleveland Clinic.
10. Come toronja con cada comida
Las personas que consumen la mitad de una toronja antes de cada comida, no sólo comen menos, sino que queman más grasas y obtienen más saciedad. Posee muy pocos hidratos y casi un 90% de agua; aporta grandes beneficios a las dietas, gracias a los poderes adelgazantes de su ácido cítrico.