En el contexto de pandemia por coronavirus, muchos comenzaron a pasar más tiempo en casa, y, por consiguiente, a luchar por mantener el orden y la limpieza. Si bien las tareas del hogar suelen ser molestas, los expertos reconocen que son necesarias, ya que un ambiente ordenado y limpio impacta positivamente en la salud mental. Aquí veremos por qué y qué puedes hacer para mantener la casa organizada sin perder muchos tiempo.
Existen distintas investigaciones, como los trabajos publicados en The Journal of Neuroscience o SAGE Journals, que señalan que la limpieza y orden en el hogar puede tener un impacto positivo y directo en la salud mental, aumentando la productividad y bienestar. Por el contrario, los espacios vitales desordenados o llenos de proyectos sin terminar pueden aumentar las probabilidades de sentir fatiga, depresión, confusión, irritabilidad y tensión.
En algunos casos, estas asociaciones se deben a que las personas que viven en ambientes desordenados tienden a tener niveles más altos de cortisol (que se libera como respuesta al estrés). Otra explicación puede encontrarse en la visión, ya que la corteza visual de una persona puede verse abrumada por objetos que están desordenados o no se relacionan con una tarea en particular, lo que dificulta concentrarse y completar proyectos de manera eficiente. Ten en cuenta estos consejos para mantener tu casa ordenada por más tiempo:
Artículos de limpieza al alcance
Escoba, paños, cepillos, desengrasantes, lustradores o desinfectantes.
Sea cual sea el que necesites, se aconseja mantenerlos ordenados y
accesibles. Esto permitirá hacer tareas simples que reducirán la
frecuencia con que se necesite hacer una limpieza exhaustiva, como
limpiar las manchas en el espejo del baño, polvo en los muebles o tierra
en el piso.
Tener un lugar para todo, que siempre sea accesible y fácil de guardar, a
la larga hace que sea mucho más fácil mantener la casa ordenada. Todo
ayuda, desde las bolsas de compras en cajones o percheros, las llaves en
llaveros, o una sección del armario para los zapatos. Recuerda, menos
objetos en el suelo o en los muebles significa menos lugares para que se
acumule polvo, y facilita la limpieza.
Elementos de ayuda
En casa existen zonas que facilitan la extensión de la suciedad al resto
de las habitaciones, como la entrada o los pasillos. Por eso, se
aconseja proveerlas de herramientas para que reducir esa posibilidad.
Por ejemplo, coloca un mueble para dejar los zapatos, o, si tienes
mascotas, ten toallas cerca de la puerta para limpiar sus patas antes
que entren.
Priorizar
Aunque muchos estén acostumbrados a que ordenar o limpiar la casa se
haga en un día específico y de forma exhaustiva, no tiene por qué ser
así. No toda la limpieza es igual, por ello, haz una lista con los
principales lugares que te gustaría tener ordenados o limpios. Esto
ayudará a organizar tu casa, y facilitará que encuentres tiempo para
poder limpiar.
Empieza por la cama
Para algunos es una pérdida de tiempo, pero lo cierto es que hacer la
cama marca una gran diferencia al momento de ver lo ordenada que se
encuentra nuestra habitación. Intenta hacerla antes del mediodía, solo
te tomará unos minutos. También prueba con reducir la cantidad de ropa u
objetos que colocas encima de ella.
Cargas de ropa
Otro hábito matutino que debemos incorporar es el de las cargas de ropa.
Lo ideal es hacerlo por la mañana, ya que, si trabajas fuera por mucho
tiempo, al volver no tendrás tiempo de hacerlo. También puedes acumular
directamente la ropa a lavar en la máquina, para que solo reste
presionar un botón y esas prendas no ocupen lugar en tus sillas, cama o
piso.
Limpieza nocturna
Cuando llega la noche lo único que queremos es descansar o relajarnos
viendo nuestra serie favorita. Sin embargo, incorporar el hábito de la
limpieza u ordenar antes de dormir, aunque sea solo por 15 minutos,
puede marcar la diferencia. Si al otro día debes limpiar, te resultará
más amigable no tener que hacerlo desde cero.
Cuando te muevas de una habitación a la otra, intenta hacer una revisión
rápida para ver si hay algo que puedas llevarte al lugar al que te
diriges o a uno que quede de camino. Cualquier cosa marca la diferencia,
desde un abrigo o las llaves, hasta platos o vasos sucios.
Actividad familiar
Si tú eres quien se hace cargo de toda la limpieza de la casa, no es
mala idea que intentes sumar al resto de la familia para que te ayude,
en especial a los más pequeños. Esto no solo agilizará el proceso, sino
que les enseñará sobre limpieza y convivencia. Durante las primeras
semanas probablemente tengas que estar muy pendiente de ellos, pero a la
larga comenzará a ser un hábito.
La moderación puede ser la clave
Finalmente, recuerda que para que la casa esté limpia y ordenada, no es
necesario que todo luzca completamente perfecto. Esto incluso puede
dificultar mantener la organización y limpieza. Por eso, intenta no
quedar atrapado en los detalles durante la limpieza habitual. Puedes
ocuparte de ellos durante la limpieza exhaustiva, y sentirte a gusto con
tu hogar.