Hablemos de las hemorroides...

 Se calcula que la mitad de las personas de 50 años o más sufre de hemorroides, esas venas hinchadas e inflamadas alrededor del ano o la parte inferior del recto. Las mujeres son más afectadas que los hombres quizá porque una de las causas es el embarazo.

No todas las hemorroides causan problemas. Un estudio que tuvo en cuenta a las personas que se realizaban una colonoscopía concluyó que la mitad de los pacientes no sabía que tenía hemorroides. Pero cuando esas venas se inflaman pueden ser muy dolorosas y sangrar. 

Hablemos de las hemorroides...

Hay distintos tipos de hemorroides:

  • Las hemorroides internas afectan las venas del recto. Por lo general, no duelen, aunque pueden sangrar sin causar dolor.
  • Las hemorroides prolapsadas pueden extenderse hasta sobresalir del ano y puede volver al interior del recto por sí sola o tú puede introducirla suavemente.
  • Las hemorroides externas involucran las venas que están fuera del ano. Pueden provocar comezón o dolor y, a veces, pueden agrietarse y sangrar.

¡Alivio, por favor!

 Por suerte hay algunas cosas que podemos hacer para prevenir que las hemorroides “se despierten” , estallen y empiecen a sangrar. La doctora Jacqueline Wolf, gastroenteróloga y profesora en el centro médico Beth Israel Deacones, asociado a Harvard, sugiere las siquientes medidas:

 Consumir fibra: Se recomiendan 25 gramos de fibra por día para las mujeres de 50 años o menos y 22 gramos diarios para las mujeres mayores de 50 años. Es bueno tener un equilibrio de fibra soluble, que forma un gel en el intestino y fibra insoluble.

El salvado de trigo y los cereales de alta fibra son buenas fuentes de fibra insoluble. El salvado de avena, nueces, semillas y legumbres proporcionan fibra soluble. Muchas frutas y verduras tienen ambas fibras.

 Suplementos de fibra. La doctora Wolf sugiere que mientras se agrega fibra a la dieta, es posible complementar con un suplemento, como los que contienen fibra de cáscara de psyllium (Metamucil y otros), dextrina de trigo (Benefiber y otros) o metilcelulosa (Citrucel y otros).

 Aceite mineral. Considerado un lubricante laxante, el aceite mineral drena el agua en las heces y ayuda a pasar más fácilmente a través del recto. Trata de mezclar una cucharada de aceite mineral con compota de manzana o yogur y tomar un par de horas antes o después de una comida.  Espera varias horas para acostarte, después de tomarlo. No se recomienda tomarlo por más de 10 días.

Cambiar el hábito de ir al baño.  Ir al baño tan pronto se sienta el impulso de ir ayuda a prevenir el estreñimiento y minimiza el tiempo sentado. Sentarse y quedarse mucho tiempo puede promover nuevas hemorroides y agravar las que existen. Trata de elevar los pies sobre un taburete bajo mientras te sientas en el inodoro. Eso cambia la posición del recto para permitir la evacuación.

Minimizar el malestar durante la inflamación

Productos sin receta. Los estantes de la farmacia están llenos  de productos para calmar  y encoger los vasos inflamados. La preparación H y similares genéricas, que contienen algún ingrediente constrictor de vasos sanguíneos, están disponibles en muchas formas, incluyendo ungüentos, supositorios y toallitas. Proporcionan alivio pero no curan.

Baños de asiento. Este remedio tan antiguo como eficaz consiste en sumergir la zona del ano inflamada en agua tibia (puede ser jabonosa), no demasiada caliente durante 10-15 minutos, 2 o 3 veces al día. Con ello se calma el dolor. La higiene de la zona anal es esencial

 Diosmina. (Daflon® 500). Es un suplemento herbario (mezcla de diosmina [90%] y hesperidina [10%]) de la familia de los flavonoides que ha demostrado mejorar la tonicidad de las venas, encoger las hemorroides y aliviar el dolor, según un estudio austriaco del 2004. Es seguro si se toma durante un corto plazo.

Medicamentos con receta. Si el dolor o malestar es severo, habla con tu médico acerca de los medicamentos recetados, que contienen fármacos anti-inflamatorios más fuertes y medicamentos anestésicos.

 Eliminación de hemorroides

 También puedes considerar la posibilidad de eliminar las hemorroides si continúan sangrando, se vuelven más dolorosas o empiezan a interferir con los movimientos intestinales. Hay varios procedimientos médicos para eliminar o reducir las hemorroides, desde la ligadura a la cirugía abierta. La mayoría se realizan de forma ambulatoria. Tu médico puede ayudarte a decidir cuál es la mejor en tu caso.

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