¿La personalidad de su hijo adolescente podría predecir cuánto tiempo vivirá?

Una nueva investigación que encuentra que los estudiantes de secundaria que tienden a ser tranquilos, empáticos e intelectualmente curiosos son más propensos a seguir con vida 50 años más tarde que sus compañeros que no lo son tanto.

El hallazgo no prueba que ciertos rasgos de la personalidad en la adolescencia en realidad hagan que las personas vivan más tiempo; solo revela que hay una asociación entre ambas cosas.

¿La personalidad de su hijo adolescente podría predecir cuánto tiempo vivirá?
| Foto: GETTY IMAGES

Pero la conclusión proviene de un profundo análisis de encuestas sobre la personalidad realizadas en 1960, en que participaron casi 27,000 estudiantes de secundaria de todo Estados Unidos. Entonces, esos resultados se compararon con las muertes de los participantes debidas a todas las causas a lo largo de casi 50 años.

"En esencia, encontramos que los estudiantes de secundaria que reportan unas características adaptativas de la personalidad (cosas como unos niveles altos de tranquilidad y unos niveles bajos de impulsividad) tienen un riesgo más bajo de fallecer durante el próximo medio siglo", señaló el autor del estudio, Benjamin Chapman, profesor asociado en los departamentos de psiquiatría y de ciencias de la salud pública del Centro Médico de la Universidad de Rochester, en Nueva York.

Además de la tranquilidad y la impulsividad, la encuesta inicial midió los niveles de sensibilidad social, liderazgo, inclinación a ser enérgicos, confianza en sí mismos, pulcritud, sociabilidad, curiosidad intelectual y madurez de los adolescentes.

Chapman dijo que su equipo "inicialmente observó cada rasgo uno por uno". Eso significa que la tranquilidad se vinculó con un riesgo más bajo de muerte precoz, independientemente de si el mismo adolescente también poseía o no otros rasgos protectores o riesgosos.

Aun así, "los adolescentes que son más sociables también tendían a tener más confianza en sí mismos, y así por el estilo", observó, lo que sugiere que algunos rasgos tienden a juntarse en la misma persona.

Chapman también anotó que los rasgos de la personalidad se evaluaron en un espectro, de forma que se cada adolescente se caracterizó por tener unos niveles altos o bajos de un rasgo en particular. Y eso significó que el nivel hasta el cual un rasgo de la adolescencia se asoció con un riesgo más bajo de muerte prematura también se ubicó en un continuo.

Por ejemplo, los adolescentes muy maduros experimentaron un descenso en su riesgo de muerte prematura de alrededor de un 6% por cada aumento estadísticamente significativo en el espectro de la madurez; se redujo un 8% por cada aumento notable en la tranquilidad y la inclinación a ser enérgicos.

También es probable que unas diferencias más grandes en los rasgos produjeran unos beneficios protectores incluso más dramáticos, sugirieron los autores del estudio.

Los hallazgos aparecen en la edición en línea del 20 de noviembre de la revista Journal of Epidemiology & Community Health.

La encuesta inicial sobre la personalidad pidió a más de 377,000 estudiantes de secundaria que completaran una batería de pruebas psicológicas en 1960.

Se obtuvieron certificados de defunción de casi 27,000 de ellos hasta 2009. En ese momento, un 13% había fallecido. El equipo no evaluó las causas específicas de muerte.

E independientemente de la etnia o los antecedentes familiares de un adolescente, los que puntuaron más alto en términos de la energía, la empatía, la tranquilidad, la pulcritud, la curiosidad intelectual y la madurez, así como más bajo en impulsividad, se enfrentaban a un riesgo más bajo de muerte a lo largo del periodo de 48 años.

"La lección de este trabajo es que unas características que pensamos que no son particularmente útiles en los adolescentes respecto a los resultados inmediatos (como sacar buenas calificaciones, entrar en la universidad, ajustarse a la vida cotidiana a nivel social y emocional) en realidad pueden tener unas consecuencias a muy largo plazo en la salud", dijo Chapman.

"La buena noticia es que las personas pueden cambiar, y lo hacen con frecuencia", añadió. "Hay muchos momentos en la vida entre la escuela secundaria y medio siglo más tarde donde se pueden detener o revertir las cadenas de eventos negativos, en cierto sentido".

Kit Yarrow, profesora emérita de psicología en la Universidad de Golden Gate, en San Francisco, sugirió que los hallazgos tienen sentido desde el punto de vista intuitivo.

"La conexión humana se correlaciona fuertemente con la salud y la felicidad, así que no es sorprendente que a las personas con más empatía (nuestro pegamento social) les vaya mejor", aseguró.

"Por otra parte, la impulsividad es peligrosa", añadió Yarrow. "Las personas con un control personal más fuerte son más propensas a evitar las sustancias y las conductas riesgosas que son nocivas para la salud".

Al contrario, "una persona más tranquila y madura elegirá unas mejores opciones de estilo de vida que tienen unas consecuencias duraderas", afirmó.

William Chopik, profesor asistente de psicología en la Universidad Estatal de Michigan, concurrió en que la personalidad impulsa a unas decisiones cotidianas sobre la salud que en última instancia tienen un impacto en la longevidad.

"La personalidad es omnipresente en su poder de predecirlo todo sobre nosotros", señaló. "Quiénes pensamos que somos, lo que logramos, el tipo de trabajo que tenemos, cómo manejamos el estrés y si nuestras relaciones son duraderas o no. Y ahora, gracias a este y a otros proyectos de investigación, cuánto tiempo viviremos".

Más información

Para más información sobre la actitud mental y la salud, visite los Institutos Nacionales de la Salud de EE. UU.

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