Supermamá enseña a hacer ejercicio en familia

Emily tiene siete hijos, lo seis más pequeños viajan en la bicicleta modificada: cuatro en la carretilla del frente y dos en los asientos de atrás, y el mayor viaja en una bicicleta independiente. Además de los niños, la bici es usada para llevar las compras.

Todos los días, Emily y sus pequeños recorren unas 20 millas (32 kilómetros), y ella es capaz de mantener rodando una bicicleta que a veces llega a pesar hasta 559 libras (254 kilogramos) sólo con sus piernas. "Al principio fue un infierno: era un esfuerzo extenuante, pero no me rendí, y ahora la bici y yo somos una misma", comenta Emily.

Tal vez tú hayas pensado también en alguna manera de integrar a tu familia para hacer actividad física, pero no te preocupes: tampoco tienes que hacer un esfuerzo sobre humano: existe toda una gama de actividades sencillas y divertidas que se pueden hacer en conjunto y ponen a todos en movimiento, y aquí te decimos cómo incorporarlas a tu vida diaria.

Antes que nada es importante que hables con tu familia sobre los beneficios del ejercicio: no se trata sólo de cuidar la salud individual, sino de fortalecer los lazos familiares también. Otra cosa importante, es que todos se sientan alentados a ejercitarse: escojan entre ustedes actividades con las que todos se sientan a gusto.

No obligues a tu familia a hacer lo mismo: es probable que los niños pequeños prefieran ir en bicicleta mientras tú y tu pareja trotan o caminan. Cada uno debe elegir la actividad que más le agrade y con la que se sienta más cómodo.

Planifica salidas familiares diferentes y frecuentes como ir de excursión a un parque, patinar sobre hielo, nadar en la piscina pública, jugar fútbol en un campo cercano o montar bicicleta en un camino asfaltado. Lo importante es hacer una actividad divertida y agradable para todos.

Las mascotas también son parte importante de la familia. Por lo tanto, si tu mascota es un perro, ¡no te olvides de llevarlo a hacer ejercicio con la familia al aire libre!

Si tú y tu familia van a empezar a hacer ejercicio, es importante que utilicen ropa y calzado adecuados, asimismo, deben utilizar los accesorios de seguridad necesarios (cascos, rodilleras, etc.). También es importante que, si van a ejercitarse por primera vez, empiecen con un ritmo ligero y vayan aumentando la intensidad poco a poco.

El cansancio y el dolor son los medios que tiene el cuerpo para decirte que disminuyas tu ritmo de actividad. La sensibilidad muscular es común cuando pruebas una nueva actividad, pero el dolor puede indicar que estás lesionado. Si tú o alguien de tu familia se siente muy cansado durante la sesión, es posible que se estén esforzando mucho demasiado pronto.

La actividad física no tiene por qué limitarse a caminar, trotar, montar bicicleta o ir al gimnasio. Trabajar en el jardín, limpiar la casa o hacer una pequeña fiesta con baile son actividades que pueden hacerse en conjunto y de manera divertida, y podrían equivaler a la cuota de ejercicio que tu familia necesita: estas actividades queman calorías y son beneficiosas para la salud.

Si conviertes el ejercicio en un componente esencial de tu vida familiar, le inculcarás a tus hijos hábitos saludables desde sus primeros años de vida, por lo que es mucho más probable que sigan realizando alguna actividad física cuando sean mayores. De esta manera, tus hijos serán adultos saludables.