¿Por qué nos deprimimos en invierno?

¿Las personas que se sienten deprimidas en invierno deben mudarse adonde es verano? Afortunadamente no, gracias a las investigaciones de psicólogos y otros expertos en el cuidado de la salud que han comprendido este problema, informa la Asociación Americana de Psicología (APA).

El TAD, un cambio del estado de ánimo que trae episodios de depresión asociados con las variaciones estacionales de la luz, se identificó en 1980. Al poco tiempo, los investigadores desentrañaron el trastorno misterioso y desarrollaron un tratamiento sencillo con luces muy brillantes. Fuente: APA.

Son exactamente los mismos que los de la depresión no estacional: puede incluir una pérdida de interés o placer en actividades que normalmente se disfrutan, fatiga excesiva, dificultad para concentrarse, un cambio en la duración del sueño y pensamientos sobre la muerte o el suicidio, según la APA.

El frío te invita a quedarte en casa y acurrucarte en el sofá junto a la chimenea, y es sabido que el ejercicio genera serotonina, la hormona del bienestar. "Moverse mejora el estado de ánimo", dijo el psicólogo John Sharp de la Escuela de Medicina de Harvard, autor de “The Emotional Calendar”.

"Realizar ejercicio de manera regular mantiene alejadas las enfermedades crónicas, como el cáncer, las enfermedades cardíacas, la diabetes y la depresión", dijo Samantha Heller, del Centro Médico Langone de la NYU en la ciudad de Nueva York. Tal vez debas salir a caminar aunque haga frío…

Está relacionada con el problema anterior: las bajas temperaturas provocan menos ganas de salir al parque, oscurece más temprano y hasta el paisaje parece más triste. Los investigadores creen que este trastorno del estado de ánimo se debe a un problema en la adaptación natural al medio físico. (APA)

Estos síntomas de depresión leve se pueden mejorar pasando más tiempo al aire libre, tal vez una hora de caminata bajo el sol de invierno o mayor exposición a la luz solar de interior, pueden ayudar, dicen los psicólogos de las APA. Esta tristeza es preocupante si sigue al terminar el invierno.

“El frío despierta deseos de comer más abundante, sobre todo almidones y dulces, y se gana al menos un 5 % extra en el peso del cuerpo”, señala la Doctora Kelly Rohan, psicóloga de la Universidad de Vermont. Eso produce el efecto bumerang: aumentas de peso y entonces te deprimes más.

Trata de mantenerte lejos de los dulces y carbohidratos: según un estudio del Hospital de Niños de Boston, los carbohidratos procesados estimulan zonas del cerebro involucradas con el hambre, el deseo y la recompensa. Los alimentos de alto índice glucémico conducen a las personas a comer de más.

Si las bajas temperaturas te convierten en un hermitaño, puedes acabar más deprimido. Deja de lado la idea de mirar una película en la TV y comer bocadillos grasosos y acepta la invitación de tus amigos o propone ideas de reuniones con ellos: todos se sentirán con menos tristeza invernal.

Contar con un círculo amplio de amigos ayuda a hombres y mujeres de mediana edad a tener un mayor sentido del bienestar, según una investigación de 2012 del Colegio Universitario de Londres. “Debemos apreciar las amistades que tenemos como un tesoro", dijeron los autores del estudio.

Los psicólogos saben que la disminución de la energía solar está relacionada con los cuadros melancólicos. Por eso intentan a través de las terapias, que las personas no caigan en una espiral viciosa de ceder a la apatía y dejarse ganar por esas ganas de “hibernar”.

“Las habilidades de comportamiento implican identificar, programar y realizar actividades placenteras para todos los días del invierno. Con el tiempo, estas conductas proactivas contrarrestan la baja del estado de ánimo apático y la tendencia a ceder a los impulsos negativos” señaló la Dra. Rohan.

La Doctora Rohan recomienda no autodiagnosticarse porque la depresión, incluyendo el SAD, es un grave problema de salud mental. “Si usted lucha contra los cambios de estación o tiene dificultad para funcionar en la escuela, el trabajo, o interactuar en familia, debe hablar con su médico" dijo.

La investigación en el campo muestra que hay tratamientos efectivos disponibles, como la terapia de luz, medicamentos y terapia cognitiva: puede ser diferente según la persona afectada, pero es importante que el plan sea a largo plazo e incluya pasos específicos para impedir el regreso del SAD. (APA)