El duelo de estrellas tras un suicidio

El 17 de marzo, L’Wren Scott, diseñadora y novia del líder de los Rolling Stones puso punto final a su vida. Según reportes oficiales, la ex modelo de 49 años fue encontrada en su departamento de Manhattan colgando por el cuello de una bufanda. Algunos medios señalan que Scott tenía una deuda de más de 6 millones de dólares.

Mick Jagger se encuentra pasando por un momento difícil. En su cuenta de Facebook ha expresado que le cuesta mucho trabajo creer que se haya muerto su pareja con quien pasó los últimos 14 años. Ante esto, sus compañeros de la banda han decidido posponer la gira como una forma de apoyo.

De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, cuando se pierden las esperanzas y no se encuentran otras soluciones a los problemas, hay personas que piensan en el suicidio. Esta situación no es para tomarse a la ligera, pues se trata de la décima causa de muerte en Estados Unidos.

Las tasas de suicidio han subido, sobre todo entre los estadounidenses de edad media, según el último informe de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC). Crecieron entre 1999 y 2010, de 13.7 a 17.6 suicidios por cada 100,000 habitantes, es decir, un 28% de aumento.

El 13 de julio de 2013, el actor Cory Monteith, estrella de “Glee” fue hallado sin vida en un hotel de Canadá. La autopsia arrojó que el artista murió tras ingerir un cóctel mortal de heroína y alcohol... ¿fue intencional? Los casos de sobredosis cruzan la frontera hacia el suicidio, indican expertos.

Lea Michele, novia de Monteith, expresó que el amor fue lo que la está ayudando a superar el dolor. A través de su cuenta de Twitter dijo: “Gracias a todos por ayudarme a atravesar este momento con todo su enorme amor y apoyo. Cory siempre estará en mi corazón”.

Una ruptura sentimental, la muerte de un familiar, una pelea fuerte con un padre, un embarazo no deseado, así como sufrir rechazo o abandono pueden desencadenar pensamientos suicidas, pero la realidad psicológica del suicida es más compleja. Informa la Biblioteca Nacional de Medicina.

Cuando alguien muere el mundo cambia drásticamente. Tanto seres queridos como familiares sienten dolor y pena por la pérdida. Pueden sentirse aturdidos, trastornados y atemorizados. Frente a estas situaciones buscar apoyo en un grupo, amistades, así como distraerse en otras cosas podría traer algo de alivio.

La tendencia al suicidio podría encontrarse en la sangre, así lo han dado a conocer investigadores de la Escuela de Medicina de la Universidad de Indiana, quienes encontraron en agosto de 2013 una serie de biomarcadores en la sangre (SAT1) que son más comunes entre personas con ideas suicidas.

El 24 de junio de 2013, Mario Moreno Bernat, nieto del célebre comediante mexicano “Cantinflas”, se quitó la vida en el interior de un hotel en el Estado de México. Según autoridades, Moreno ató su cuello con una cuerda que sujetó a una regadera. Desde hacía años, culpaba a su padre famoso de sus problemas.

De acuerdo con la Fundación Nemours, una persona con ideas suicidas platica sobre “irse”, “emprender un viaje” o “marcharse”, habla de desesperación o culpa, se aísla, entre otros signos. La organización suicide.org explica que en el el 90% de los casos, el suicida sufre un trastorno mental al momento de la tragedia, el más común: la depresión.

Desde que el líder de la agrupación de rock Nirvana Kurt Cobain se quitó la vida de un balazo en la cabeza, en 1994, sólo quedan pocos recuerdos de él para su hija Frances, quien en aquel entonces tenía 2 años. Kurt dejó una carta donde le pidió a Courtney Love que cuidara de Frances, pues sería “más feliz” sin él.

Según la Fundación Nemours, de pequeños, a los niños les cuesta trabajo comprender la realidad de una muerte familiar, y pueden elaborar el duelo de una manera errática, con comportamientos que van de un extremo al otro. Por ejemplo, pueden estar bien y luego sentirse irritables, aislados e inseguros.

La modelo y ex conejita de Playboy perdió la vida el 8 de febrero de 2007, a causa de una intoxicación provocada por una combinación de drogas. Al igual que Monteith, la duda sobre si fue intencional aún perdura. Y lo que sí queda en concreto es su hija, que entonces tenía 6 meses.

Un niño o joven puede caer en depresión a causa de la muerte de un familiar. Para que esto no suceda, es necesario el apoyo de un adulto. Los niños no deben sentir que la pérdida los deja solos en el mundo, según explica una guía de la Universidad de Delaware, que aconseja a los familiares a lidiar con el duelo joven.

Para la adolescente Paris Jackson no había nada más importante en este mundo que reencontrarse con su difunto padre Michael Jackson, razón por la que el 5 de junio de 2013 intentó quitarse la vida. Por fortuna, la joven fue atendida a tiempo y después tuvo que ir a terapia psicológica.

Cuando alguien intenta suicidarse, los primeros auxilios son cruciales. También suele recomendarse una hospitalización para tratar y reducir el riesgo de futuros intentos. Por otro lado, la terapia psicológica es fundamental ya que se debe evaluar y analizar las causas que llevaron al intento de suicidio. Informó la Fundación Nemours.

Cuando “El Rey del Rock” Elvis Presley falleció en 1977 por una sobredosis, su hija Lisa Marie tenía 7 años. Aún así ella tiene muy frescas las reacciones que vivió: “corría de un lado para otro y hasta fumaba cigarrillos”. Ella sigue creyendo que su padre se suicidó, que no fue una muerte accidental.

Muchas personas que tratan de suicidarse hablan de ello antes de hacer el intento. Algunas veces, simplemente platicar con alguien a quien le importes y que no haga juicios sobre problemas o conductas es suficiente para reducir el riesgo de suicidio indica el Instituto Nacional de Salud Mental.

Claro que sí. El número de la National Suicide Prevention Lifeline es 1-800-273-TALK (8255). Como dice Stephen Ward, profesor de ética periodística de la Universidad de Wisconsin-Madison, si bien el suicidio no es un patrón siempre hay razones para hablar sobre este tema. Hablar del tema ayuda a la prevención.