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Tragedia de Newtown: cómo ayudar a los niños en las situaciones de crisis

La presencia de la prensa, los recuerdos de lo que sucedió y la tristeza que inundará el ambiente hará casi imposible volver a  la normalidad, al menos en un comienzo.

Si bien es inevitable el dolor y la tristeza, los expertos recomiendan volver a la rutina lo antes posible, mientras se procesan los acontecimientos.

Tragedia de Newtown: cómo ayudar a los niños en las situaciones de crisis

Puntos clave

La rutina es algo que estabiliza y da seguridad a los niños desde la más temprana edad. Si a eso le sumamos la necesidad de recuperación después de un trauma, esa rutina se vuelve más y más importante, explica el psicólogo infantil Rahill Briggs del Hospital de Niños Montefiore Medical Center de Nueva York en un articulo aparecido en la revista especializada MedPage Today. 

Según los especialistas, cuanto más rápido se vuelva a la actividad normal, más rápidamente comenzará el proceso de sanación. "El problema surge cuando se vuelve incontrolable la presencia de las cámaras de televisión en el lugar de los hechos, lo cual tiene un gran impacto en la comunidad, y hace que los protagonistas recuerden una y otra vez a través de las entrevistas, los hechos más dolorosos que les ha tocado vivir...todo eso bloquea el camino hacia la recuperación", explica a la publicación el psicólogo Alan Kazdin, director del Centro de padres de Yale.

Reforzar y volver una y otra vez sobre los hechos negativos pueden contribuir a desarrollar síntomas de ansiedad y de estrés post-traumáticos.

Ante una situación traumática, el ser humano puede desarrollar un tipo de trastorno de ansiedad conocido como Estrés Post traumático. Se trata de una situación de estrés y ansiedad causada por un factor externo aterrorizador o evento traumático en la vida de la persona, tal como la muerte de un ser querido o una catástrofe como la que acabamos de presenciar. Las personas que sufren estrés post traumático frecuentemente tienen pesadillas, pensamientos recurrentes relacionados con el evento estresante.

Los sentimientos se vuelven más intensos, los niños pueden estar más sensibles, se pueden mostrar más irritables, con un estado de ánimo cambiante y hasta manifestar signos de nerviosismo o ansiedad.

También puede suceder que de repente y sin un motivo aparente, vengan a la mente mente recuerdos muy vívidos del suceso, que pueden producir un estado de ansiedad, con taquicardia y sudoración, problemas para concentrarte o sentimientos de confusión.

Durante este período, es posible que los niños sufran alteraciones en algunos patrones de sueño y alimentación, que tengan mas peleas con los demás o que alguno muestre alguna tendencia al aislamiento.

Lo importante a tener en cuenta es que estos síntomas no deberían durar mas allá de seis meses, porque pueden cronificarse. Por este motivo, es importante buscar ayuda profesional si los síntomas persisten.

Tratar de olvidar el hecho es también un error, lo mejor en estos casos es no aislarse y hablar con las personas que te rodean, estar ocupado y participar en grupos de autoayuda en el caso de que estén disponibles.

Otra cosa que ayuda mucho en el caso de los niños es el juego y el ejercicio. Estos son muy importantes como forma de elaborar los traumas y como descarga energética también. 

Los expertos reunieron una cantidad de consejos útiles para poder ayudar a los niños que hayan atravesado situaciones difíciles como en este caso:

  • Busca actividades que les gusten y diviertan y mejor si incluyen amigos
  • Hablen de lo que paso en un ambiente seguro y confiable.
  • Mantén a los niños alejados de los noticieros que repiten una y otra vez las imagenes de la tragedia.
  • Es importante que recuperen el día a día del colegio y la rutina de su vida en general.
  • Mima a los niños y muéstrales tu afecto y acompañamiento. El cariño nunca está de más.
  • No evites los lugares que recuerden el acontecimiento, acompáñalos y ayúdales a atravesar la experiencia.
  • Déjalos llorar si lo necesitan y llora tú también si así lo sientes.
  • Respetar los silencios de los niños y facilitarles medios de expresión a través de la palabra, el dibujo o el juego es muy importante y siempre, pero siempre,  manejarse con la verdad.

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