Por cuadro depresivo comía clavos y monedas

"El paciente llegó a nosotros con un fuerte dolor de estómago", comentó el Dr. Gagandeep Goyal, quien dirigió al equipo de médicos que operaron a Rajpal. Al principio pensabamos que se trataba de una intoxicación alimentaria o una úlcera, pero "cuando hicimos la endoscopía, nos quedamos boquiabiertos al ver tantos cuerpos extraños, como monedas y agujas en el interior del estómago", declaró al diario británico Daily Mail.

En los últimos tres años Rajpal se había tragado 140 monedas, 150 clavos y un puñado de tuercas, pernos y pilas, además de varios tornillos y otros objetos. 

Por cuadro depresivo comía clavos y monedas
| Foto: SHUTTERSTOCK

"Yo solía tragar monedas y metales con jugo de frutas o leche", reconoció Singh y dijo que debido a problemas familiares cayó en depresión y comenzó con este extraño hábito, ya que le producía cierto confort.

“Los médicos me han dicho que esos objetos afilados podrían haber pinchado mi intestino y causado mi muerte” expresó Rajpal. “Me siento mucho más tranquilo ahora. Nunca más lo voy a volver a hacer,” concluyó.

Las personas que tienen deseos de comer y comen tierra, objetos metálicos, polvos, productos químicos y cosas que no son alimento, padecen alotriofaiga o también conocida como Síndrome de Pica. Alotrofagia, el nombre científico de este síndrome, deriva del griego “alotrios”, extraño, y “fagia” (comer), y se puede traducir como comer cosas extrañas.

Si bien, en los niños de corta edad esta conducta es habitual debido a su afán por explorar el entorno y su costumbre de llevarlo todo a la boca, deja de ser considerada normal a partir de los 18-24 meses de edad.

Algunas de las causas que provocan esta alteración son:

Físicas, por deficiencias nutricionales. Suele darse en mujeres embarazadas, sospechándose que este desorden puede tener sus raíces en el instinto animal que nos obligaría a la ingesta de yeso para suplir carencias de calcio durante el embarazo. 

Culturales, en este caso unidas también a la falta de alimento, ya que se sabe que este trastorno tiene mayor incidencia en regiones pobres como Centro y Sudamérica, y en la India.

Psicológicas y mentales. Aquí el abanico es amplio, pudiendo desencadenarse en personas que sufren estrés,  baja autoestima, o que padecen o han padecido miedos, abusos, u otros traumas psicológicos.

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