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No sale de su casa por miedo a vomitar

Según se conoció en diferentes medios de prensa, Anna Roberts, quien vive en Southwick, West Sussex en Inglaterra, tiene tanto miedo de vomitar y contaminarse con la comida que limpia obsesivamente todo lo que come, la mesada donde apoya los alimentos y sólo se alimenta de comida cocida al punto de estar casi quemada. 

Esta fobia la ha limitado cada vez más a tal punto que Anna ya no se aleja a más de 100 yardas de su casa, no socializa, ni trabaja y debe estar cerca del baño a toda hora. "Mi sueño es poder irme de vacaciones y relajarme y no estar constantemente preocupada por sentirme mal....la única forma de manejar mi situación es estar cerca de un baño a toda hora", explica Roberts. 

No sale de su casa por miedo a vomitar
| Foto: THE GROSBY GROUP

Puntos clave

  • La emetofobia es un miedo irracional a vomitar o que otro vomite.
  • Es de difícil tratamiento pero puede mejorar.
  • La persona que la padece limita cada vez más lo que come por miedo a sentirse mal.

Las fobias 

Miedo y fobia pueden parecer lo mismo pero son diferentes. El miedo es algo esperado dentro de lo normal pero la fobia es un trastorno de ansiedad por una reacción desproporcionada ante un estímulo determinado. 

Las fobias son una reacción humana natural desproporcionada ante un estímulo determinado, que afecta tanto a la mente como al cuerpo mediante un temor fuerte e irracional de algo que representa poco o ningún peligro real, indica la Asociación Americana de Psiquiatría. 

Este trastorno de ansiedad es más común en las mujeres que en los hombres , se calcula que al menos 5 de cada 100 personas en los Estados Unidos padecen una fobia o más de una, y se calcula que son unos 19 millones de personas las que las padecen. 

¿Qué es la emetofobia? 

Quienes padecen emetofobia temen tanto vomitar como también estar cerca de alguien que vomite. 

En los casos más severos, estas personas evitan ir a comer afuera, socializar y asistir a fiestas o reuniones por miedo a tener ganas de vomitar. Muchas veces es un tipo de trastorno que se combina con la anorexia, ya que a menudo quien sufre de emetofobia deja de comer en forma voluntaria. 

Las personas que sufren la fobia a vomitar muchas veces ven afectada su calidad de vida, ya que el miedo a vomitar es constante y las sensaciones de malestar llegar a generar un ataque de pánico cuando se convencen de que efectivamente vomitarán. 

Los emetofóbicos tienen tanto miedo a vomitar que casi no vomitan y son capaces de aguantar las naúseas y a la vez se vuelven muy rigurosos y obsesivos con la comida: evitan ciertos ingredientes porque les parece que pueden acarrearles una intoxicación, o determinadas comidas porque las relacionan con un episodio de vómito en la infancia. 

Estas personas suelen pasarse horas en la verdulería eligiendo los productos, y lavarse obsesivamente las manos luego de siquiera haber pisado una carnicería. 

Por otra parte, evitarán determinadas situaciones como salir a tomar algo, comer en un restaurante, subirse al transporte público, ir de vacaciones por miedo a vomitar ellos o que alguna persona de su entorno lo haga. 

La emetofobia puede combinarse con otras fobias, por ejemplo la agorafobia (el miedo a los espacios abiertos) y combinarse con un trastorno obsesivo compulsivo. 

En la actualidad hay poca investigación hecha sobre este tipo de patología y suele ser muy difícil de tratar. En cuanto a tratamiento, se ha llegado a la conclusión de que la terapia que mejor funciona es la cognitivo conductual, a veces en combinación con antidepresivos. 

Las limitaciones de una fobia grave pueden llegar al extremo de que hay mujeres que interrumpan sus embarazos o no tener hijos por miedo a que su hijo se enferme y les vomite. Otros casos graves, han llegado a rechazar tratamientos de cáncer, como la quimioterapia, debido al malestar y a los vómitos que produce.

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