En las malas, ellas cuidan y ellos se alejan

Desde tiempos remotos, las mujeres han sido cuidadoras y capaces de quedarse al lado de una persona enferma que las necesita,  y hay expertos que opinan que si los humanos hemos sobrevivido como especie, lo hicimos por esta capacidad para empatizar y colaborar con otros.

Esto parece traducirse en algunos números que revela una nueva investigación.

En las malas, ellas cuidan y ellos se alejan
| Foto: THINKSTOCK

Las investigadoras Amelia Karraker, investigadora postdoctoral del Instituto de Investigación Social de la Universidad de Michigan y Kenzie Latham y  de la Universidad de Purdue, han presentado en la reunión anual de la Asociación Americana de la Población recientemente llevada a cabo, un estudio basado en el análisis de 2.717 matrimonios de gente de más de 50 años y examinaron cómo la aparición de cuatro enfermedades graves, como cáncer, problemas cardiacos, problemas pulmonares y accidentes cardiovasculares  afectaban a los matrimonios a lo largo de veinte años. 

Los investigadores llegaron a la conclusión de que las enfermedades graves afectan más a los maridos que a las mujeres.

“Puede ser por las normas de género y la expectativas sociales”, explica Karraker. “Ellos pueden pensar que es más difícil prestar atención a sus cónyuges y que no están capacitados para realizarla”, agrega. 

Aún enfermas, ellas piden el divorcio

Lo llamativo es que fueron ellas las que dieron en su mayoría, dos tercios,  el primer paso para el divorcio, al no sentirse contenidas por sus parejas en la lucha por la enfermedad y prefieren acudir a sus amigos y otros familiares para encontrar aquello que necesitan.

En cambio, cuando ellos necesitan, las mujeres permanecen al lado de sus parejas en mucha mayor medida.

"Cuando las esposas se enfermaron, alrededor del 50 por ciento de los matrimonios terminaron en divorcio", señaló la autora del estudio, Amelia Karraker. 

Según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC),  en Estados Unidos, alrededor del 36 por ciento de todos los matrimonios terminan en divorcio.

Una de las diferencias entre hombre y mujer tiene índole sexual, dicen los investigadores. "Si la esposa decide abandonar el matrimonio tras caer enferma, quizá sea porque está insatisfecha con qué tan bien su esposo la cuida, dijo Karraker. Si el esposo decide marchar, quizá lo haga para buscar una relación con una pareja más sana".

Uno de los puntos importantes que se desprenden de estas conclusiones, es que desde los servicios de salud, es importante ampliar los recursos que puedan acompañar psicológicamente a las personas que atraviesan una enfermedad pero también a quienes los acompañan y cuidan de ellos

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