Guardar rencor altera las hormonas y enferma

En este sentido, un estudio realizado por el Dr. Michael McCullough, profesor de la Universidad de Miami descubrió que las personas rencorosas o vengativas tenían niveles de cortisol más elevados y que esos marcadoras de la llamada hormona del estrés se reducen si la persona en conflicto hace gestos de conciliación, perdón e intentos de acuerdos.

El psicólogo McCullough, junto con su colega Benjamin Tabak, estudiaron la personalidad de las personas vengativas, los procesos y aptitudes que requiere el perdonar y los efectos saludables que de ahí se derivan. 

Guardar rencor altera las hormonas y enferma
| Foto: THINKSTOCK

Los científicos llegaron a la conclusión que, el albergar resentimiento y enojo hacia otra persona, estimula la respuesta de ciertos mecanismos del sistema nervioso simpático que se relacionan con el estrés y elevan la llamada "hormona del estrés": el cortisol, la cual puede medirse con un simple análisis de sangre. 

Por otra parte, el resolver los conflictos, explican los expertos, y el dejar ir el resentimiento hacia otra persona estimula ciertos mecanismos del sistema parasimpático que pueden causar un aumento de la hormona llamada oxitocina, que se relaciona con sentimientos de amor y bienestar.

Los investigadores concluyeron también en que perdonar y dejar atrás las ideas de revancha,  puede optimar la calidad de vida, la presión arterial, el sistema inmune y prevenir la depresión, la ansiedad.

¿Cómo actúan las hormonas?

Las hormonas son los mensajeros químicos que viajan a través del torrente sanguíneo hacia todos los tejidos y órganos y afectan muchos procesos biológicos como el crecimiento y desarrollo, el metabolismo, (cómo obtenemos la energía de los alimentos), la función sexual, la reproducción y el estado de ánimo.

El cortisol, conocida como la hormona del estrés, se produce en las glándulas suprarrenales y actúa en el torrente sanguíneo, el mantenimiento de la presión arterial y el metabolismo de la glucosa en sangre. Es una hormona que nos coloca en estado de alerta de que existe un posible agresor y es necesario defendernos. Si el cortisol está alto es probable que tengamos estrés.

Si bien  los científicos descubrieron que los niveles de cortisol suben cuando la persona es rencorosa, lo cual puede provocarle una serie de consecuencias físicas, no siempre lo mejor es perdonar y olvidar. 

Muchas veces expresar enojo dentro de una relación antes de que sea demasiado tarde para resolver las cosas es muy importante. El rencor también puede ser evitado, pero la forma no es guardar el enojo sino muchas veces expresarlo y mejorar la comunicación.

Todos tenemos en algún momento algo que nos enoja en una relación, cuando esos eventos, debemos decidir si vamos a enojarnos o no, o dejarnos pasar", explica James McNulty de la Florida University.

La investigación de esa universidad sugiere que es importante que las personas sean flexibles y que no existe la fórmula mágica para resolver temas y estar libre de rencores. Las consecuencias de cada decisión que tomamos en una relación depende de las circunstancias que rodean esa decisión, explica. 

No expresar lo que nos pasa puede ser tan perjudicial como guardar el rencor.

Cortisol y oxictocina: el equilibrio hormonal

Otra de las hormonas que ha llamado más la atención de los científicos últimamente es la oxitocina, que antes se la relacionaba con la maternidad pero ahora se descubrió que cumple muchas otras funciones, sobre todo relacionadas con la autoconfianza, el afecto y la relación con otras personas.

La oxitocina es una de las pocas hormonas que se producen en el hipotálamo, es decir en el cerebro, por lo que tiene una acción más amplia en las células cerebrales, de ahí que actúe más intensamente en temas relacionados con el comportamiento del individuo.

El cuerpo busca siempre estar en un equilibrio, el ying y el yang dirían los chinos, el desequilibrio y luego el equilibrio, de alguna forma estas hormonas complementarias, el cortisol y la oxitocina funcionarían también de esa forma.

El guardar rencor, dicen los expertos, puede llevarnos al aislamiento, la soledad y a producir un desequilibrio entre los niveles de las dos hormonas. El liberarse del rencor produciría una elevación de los niveles de oxitocina y, por ende, facilitaría la vuelta al equilibrio.

Un estudio liderado por el psiquiatra Jose Souza Crippa, de San Pablo, Brasil, llegó a la conclusión de que se puede utilizar la oxitocina como terapia hormonal destinada a mejorar las relaciones amorosas y sexuales, haciéndolas más afectuosas y duraderas. Ese tratamiento aún está en investigación.

Según las investigaciones, el cuerpo incrementaría la producción de esta hormona oxitocina cuando la persona  tiene algún acercamiento hacia los demás, y por eso es conocida como la "hormona del amor".

Otro estudio, esta vez de la Universidad de Massachusetts asegura que en general se relaciona el estar en una relación con el vivir más y mejor. "Sabemos que el tener relaciones con los demás en general se asocia con un riesgo menor de mortalidad. Nuestra investigación también sugiere que todos tenemos una relación primaria a la que la gente en general acude en busca de confort....y esa persona es en general nuestra pareja", explicó en un comunicado de prensa,  Dr. Paula Pietromonaco, una de las investigadoras a cargo.

Según la experta, en la forma en que nos relacionamos, se puede predecir si tendremos niveles elevados de cortisol o si en el tiempo desarrollaremos algún tipo de ansiedad o depresión.

Otra investigación relacionada con el tema, realizada por un equipo de la Universidad de Virginia y publicada en el jounal Frontiers in Human Neuroscience asegura que las personas que tienen niveles naturalmente altos de oxitocina tenían una mayor actividad cerebral al procesar la información social. Este estudio podría ayudar a entender el por qué se relaciona la oxitocina con la interacción social pero tanto de gente saludable como de gente  rencorosa.

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El retorno de lo que se silencia

Un conflicto con otra persona, es algo que sucede de a dos. y más allá de quién tenga razón con el tema, de quién puede ser considerada la víctima y quién el victimario, el que se queda con el resentimiento, pierde, se intoxica.

El rencor es, según el diccionario, un sentimiento de hostilidad o enemistad hacia una persona motivado por una ofensa, daño o perjuicio sufridos. Guardar rencor, tenerlo guardado, ¿sirve para algo? Parece que no, más bien todo lo contrario.

El psicoanálisis también fundamenta esta idea de que lo que se guarda se puede volver contra sí mismo. "Lo que no se pone en palabras se transforma en angustia, y esa angustia, lo que no se dice se eso actúa, y muchas veces eso viene contra uno mismo y no contra el otro. Con lo cual, si uno siente que alguien le hizo daño lejos de devolverle esa bronca acumulada termina viniéndose contra uno mismo", explica la psicoanalista Hebe Goldstein.

Muchas veces,  nos hacemos daño a nosotros mismos por no haber realizado una elaboración a tiempo. "Un ejemplo, es la típica frase que dicen a sus padres cuando se enojan, ya vas a ver cuando me muera te vas a arrepentir, y en realidad ahí está claro cómo el daño que proviene del rencor y el resentimiento siempre es contra sí mismo", agrega la experta.

Un reciente estudio conocido como “Conciliatory Gestures Promote Forgiveness and Reduce Anger in Humans” (Los gestos conciliatorios promueven perdón y reducen el enojo), publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences asegura que todas las cosas que una persona que siente que lastimó a otra puede hacer para reparar el daño ayudan a las víctimas a olvidar y sobrepasar el enojo. 

El problema parece aún mayor cuando el rencor que llevamos es hacia nosotros mismos. Para esto, hay técnicas de aceptación y autoayuda que funcionan muy bien y te permitirán trabajar en la aceptación de tu persona.

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