Nadie lo venía venir. Aunque tuvo varias parejas del sexo opuesto como Bryn Mooser o Dan McDermott, con quien incluso procreó un hijo, la actriz Maria Bello ha salido del clóset y ha aceptado tener una relación lésbica.
Puntos clave
- La actriz tiene un noviazgo con Clare, su mejor amiga.
- Esta noticia la dio a conocer a través de un artículo en un diario.
- Bello tuvo un hijo con una de sus parejas del sexo opuesto.
Mediante un artículo publicado en The New York Times Bello dio a conocer los detalles. “Ese fue el momento que estuve anticipando y terminando por meses. Respiré profundo, sabiendo que mi respuesta, y su reacción, tendría un impacto en nuestras vidas por un largo tiempo.
“Estaba con alguien románticamente y no se lo había dicho. Me había involucrado con una mujer que era mi mejor amiga, y, como a veces pasa, una persona que es como una madrina para mi hijo”, escribió la artista.
La decisión que tomó la actriz de “Prisioners” se dio hace un año cuando en una tarde estaba revisando fotografías viejas en el jardín de su casa.
“Encontré una foto en blanco y negro que una de mis mejores amigas y yo nos tomamos en la noche de Año Nuevo. Nos veíamos muy felices, no pude evitar sonreír. No pasó por mi mente hasta ese momento en mi jardín, que podíamos elegir quizá amarnos románticamente”, agregó la estadounidense, quien afirmó que su familia ya sabe de esta noticia.
“La reacción de mi padre vino entre bocanadas de su puro mientras estaba sentada en el techo de un casino en Atlantic City. ‘Ella es una buena chica, bien por ti’, me dijo”.
Y aunque parezca extraño, confesar abiertamente una preferencia sexual como el lesbianismo, puede traer varios beneficios a la salud. Se ha encontrado estas personas suelen mostrar menos niveles de ansiedad, depresión y agotamiento que aquellas personas que prefieren guardar en secreto su sexualidad, según señala una investigación del Centro de Estudios de Estrés Humano del hospital Lafontaine, en Canadá.
"Como grupo, los hombres homosexuales y bisexuales sufren menos estrés y menos problemas fisiológicos que los heterosexuales", declaró el Dr. Juster a BBC Mundo. Además, dijo estar sorprendido, pues su hipótesis inicial indicaba todo lo contrario.
"Cuando miramos a las personas que habían salido del clóset con los que no lo habían hecho, vimos que aquellos que eran abiertos con sus familiares y amigos, tenían menos ansiedad, depresión, agotamiento y menos niveles de cortisol, la hormona que se activa como respuesta al estrés", afirmó Juster.
Para llegar a esta conclusión, se tuvo que realizar un estudio, el cual fue publicado en Psychosomatic Medicine. Los investigadores diseñaron un cuestionario con todo tipo de preguntas generales para tener datos estadísticos que les indicara cómo se enfrentaban al estrés crónico sin importar la orientación sexual.
Luego de estudiar a 87 participantes de edades comprendidas entre los 18 y 45 años y de diversas inclinaciones sexuales, los investigadores descubrieron que había "algo especial" en el hecho de salir del clóset, que los hacía más saludables incluso que a los heterosexuales.
El Dr. Juster consideró que esto se debe a la resistencia, pues si logran ser honestos con su entorno sobre sus preferencias sexuales -a pesar de la presión social, el estigma y la homofobia-, pueden desarrollar una fuerza que les permite superar cualquier otro obstáculo.
