Al concluir con una rueda de prensa que ofreció en la ciudad de México con motivo de sus próximas presentaciones en el país, el cantante Marc Anthony fue alertado por su representante sobre la visita de un ferviente seguidor que padece varias enfermedades crónico-degenerativas, a quien no dudó en conocer.
Puntos clave
- El artista convivió con un paciente con encefalopatía hepática.
- Esta enfermedad altera las funciones del cerebro.
- Los problemas en el hígado serían un detonante en su aparición.
Tras escuchar el caso del señor Julio Guerrero, quien sobrelleva desde hace años un cóctel de varias afecciones entre las que se encuentran encefalopatía hepática, diabetes, cirrosis y hepatitis, el intérprete de “Vivir mi vida” pactó un breve encuentro con el paciente, en donde compartieron experiencias y se tomaron la foto del recuerdo.
“Fue una situación muy especial porque jamás pensé que lo iría a conocer personalmente. Me dijo que le eche muchas ganas al problema de la enfermedad que tengo, que había que salir para adelante y yo le dije que para mí era una de mis máximos deseos conocerlo y que me había hecho feliz ese día”, comentó el señor de 62 años en exclusiva para HolaDoctor.
Sin lugar a dudas, esta plática llenó de vida al fanático del ídolo de la salsa y lo motivó a seguir adelante: “Son inyecciones de ánimo que te da el que alguien se interese de alguna forma, por educación o por lo que quieras, pero el muchacho se ve que tiene bastante calidad humana y me gustó ese detalle”.
Y con justa razón. En años recientes el artista de origen puertorriqueño sufrió la pérdida de dos grandes seres cercanos, de ahí que se conmoviera tanto con este tipo de historias.
“Por eso nació el concepto de Vivir mi vida. En los últimos dos años perdí a dos amigos lamentablemente y es como me dí cuenta de lo que era vivir y ahí surgió la idea para grabar la canción. Aunque no es mi estilo cantar una canción que diga ‘voy a vivir, voy a bailar’, el mensaje es sumamente importante”, comentó Marc Anthony y compartió cómo se prepara mentalmente antes de subir al escenario y cantar.
“Consiste más en concentrarme, en sacar o quitar cualquier ruido emocional, olvidarme del drama e ir para pasarla bien, entonces es un intercambio muy personal. Me tomo una cervecita, una cigarrito y vamos para allá”.
La encefalopatía hepática, como el caso del señor Guerrero, es causada por problemas que afectan el hígado. Incluye patologías que reducen la función hepática (como la cirrosis o la hepatitis) y afecciones en las cuales la circulación sanguínea no entra al hígado.
Una de las funciones importantes del hígado es transformar sustancias tóxicas que son, ya sea producidas por el cuerpo o llevadas a éste (como los medicamentos), y volverlas inofensivas. Sin embargo, cuando el hígado sufre daños, este tipo de tóxicos se acumulan en el torrente sanguíneo.
Este padecimiento puede ocurrir como un trastorno agudo y potencialmente reversible o puede presentarse como un trastorno crónico y progresivo que está asociado con enfermedad hepática crónica.
Aunque puede ser curable, las formas crónicas de la enfermedad a menudo siguen empeorando o continúan reapareciendo. En el peor de los casos puede ocasionar un coma irreversible y llegar hasta la muerte.
De acuerdo con la Biblioteca Nacional de Medicina, aproximadamente el 80 % (8 de cada 10 pacientes) muere si entran en coma. La recuperación y el riesgo de que la afección reaparezca varían de un paciente a otro.
Si presentas cualquier cambio en el estado mental u otro problema neurológico, en particular si hay un trastorno hepático presunto o conocido no lo pienses dos veces y consulta a tu médico. La encefalopatía hepática puede empeorar rápidamente y convertirse en una enfermedad que precisa atención urgente.
