Con sólo un año de edad, la pequeña North West, la hija de Kim Kardashian y el rapero Kanye West es uno de los personajes más buscados por los fotógrafos de los medios de comunicación, quienes son capaces de hacer hasta lo imposible con tal de conseguir una imagen.
Consciente de este acoso, la protagonista del reality “Keeping Up With The Kardashians” habría decidido tomar medidas drásticas y contratar a una pequeña para que se haga pasar por su hija y así desviar la mirada de las cámaras y los reflectores mientras North se encuentra a salvo.
Según explicó una fuente cercana a la pareja a la revista Grazia, esta “broma” le habría costado a los artistas nada menos que medio millón de dólares, lo cual no es un problema cuando se trata de ver lo mejor para su retoño.
“Kim y Kanye saben que la privacidad de su hija y la suya es muy importante en esta nueva etapa de su vida, y por eso están encantados de pagar el dinero que sea necesario para que nadie la moleste”, explicó el informante.
Para llevar a cabo la tarea de encontrar a una bebita idéntica a la pequeña North, sus papás acudieron a una agencia de modelaje que se dio a la tarea de organizar varios castings para elegir a la niña.
De hecho, tanto se han esforzado por cuidar esta supuesta coartada que tanto Kim como Kanye también habrían contratado a una mujer que se hará pasar por la niñera de la falsa North.
“La idea de contar también con una doble de la niñera es el toque de perfección que necesitan para que nadie pueda arruinar sus planes a los que han dedicado tiempo y dinero”, agregó el testigo.
Y aunque parezca una medida muy drástica y exagerada, se ha encontrado que el constante acoso hacia los hijos de famosos puede generar a que ellos se sientan tensos y asustados, incluso a que puedan querer evitar ir a la escuela, según explican los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, CDC.
En los casos más severos, los adolescentes que son intimidados pueden sentir la necesidad de reaccionar de manera violenta mientras que otros podrían pensar en el suicidio. Los efectos podrían durar toda la vida.
Un caso similar le ocurrió a la hija de la actriz Halley Berry quien ha sufrido de varios traumas y estrés emocional a causa de la presión que ejercen los fotógrafos. Tanto es su miedo de encontrarse con ellos que teme salir de la casa.
La cantante británica Adele también ha vivido de cerca este tipo de presión, motivo que la orilló a emprender acciones legales contra la agencia luego de enterarse que su hijo de dos años Angelo Adkins fue fotografiado sin su consentimiento. Al final recibirá una buena suma de dinero.
Más para leer:
