Como cualquier padre, el actor Guy Ecker se preocupa por sus hijos, razón por la que llamó a todas las personas a vigilar a sus retoños para que no caigan en adicciones como el tabaquismo y alcoholismo.
Puntos clave
- El 25% de los jóvenes de secundaria fuman en EU.
- Además, uno de cada cinco jóvenes ha incrementado su manera de beber.
- Monitorear a los hijos podría alejarlos de estas adicciones.
De acuerdo con una emisora de radio del Grupo Fórmula el actor de la telenovela Rosario alertó a todos los papás a que no permitieran que sus hijos menores de edad fumen o beban, luego que en días pasados una revista de espectáculos publicó que el hijo de la actriz Bárbara Mori ya fuma y hasta bebe.
Al igual que Ecker, la preocupación de muchos padres se centra en torno a las adicciones en las que sus hijos puedan caer, y no es para más.
Un estudio hecho por investigadores de la Universidad de Michigan arrojó, tras evaluar a más de 16.000 estudiantes, que uno de cada cinco jóvenes había incrementado la manera en que bebía y uno de cada 10 lo hizo de manera extrema.
“Los estudiantes bebían dos o tres veces más que el umbral típico de los atracones con alcohol”, comentó Megan Patrick, autora principal del estudio.
Si hablamos de tabaquismo las cosas no mejoran. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) informan que aproximadamente 25 por ciento de los estudiantes de escuelas secundarias en Estados Unidos fuman cigarrillos y otro 8 por ciento consume tabaco que no se fuma.
No obstante, no todo está perdido. Otras investigaciones han demostrado que si los padres comienzan a monitorear a sus hijos existen menores probabilidades de que ellos caigan en alguno de estos vicios.
Un estudio publicado en la revista Journal of Studies on Alcohol and Drugs analizó a 581 estudiantes sobre los estilos de crianza de sus madres y padres, así como del conocimiento que tenían de sus amigos y planes sociales. También se les preguntó a los jóvenes sobre problemas relacionados con el alcohol y conductas impulsivas.
En conclusión, se descubrió que los padres que son autoritarios (instrucciones claras, pero abiertos a la discusión) tienen más posibilidades de monitorear de forma efectiva a sus hijos, a diferencia de los permisivos, a quienes les cuesta mayor dificultad vigilarlos.
Aunque dijo respetar la manera de educar de cada padre, Guy Ecker consideró que ellos tienen que decidir a partir de qué edad introducirán ciertas cosas en la vida de sus hijos.
