Así se preparó Jake Gyllenhaal para “Nightcrawler”

Cualquier persona que haya visto el trailer de la película “Nightcrawler” seguramente ya recibió buenas dosis de intensidad de manos del actor Jake Gyllenhall, quien interpreta a un intrépido reportero del crimen de Los Ángeles.

Sin embargo, más allá de las escenas de acción, algo que ha llamado la atención del público y de los medios de comunicación es la súbita pérdida de peso a la que se tuvo que someter el artista de 33 años para poder realizar el papel.

Así se preparó Jake Gyllenhaal para “Nightcrawler”
Getty Images | Foto: GETTY IMAGES

De acuerdo con una entrevista que concedió a la revista Variety, Gyllenhall entró literalmente en una huelga de hambre, ya que tuvo que deshacerse de alrededor de 30 libras (13 kilos) de su peso original que era de 180 (81 kilos). Todo se trataba de comer la menor cantidad de calorías posibles.

En ocasiones no comía nada o simplemente se servía pequeñas porciones de col rizada, galletas o carne. “Eso se convirtió en una lucha para mí”, comentó el intérprete, quien además realizó ejercicio extenuante para poder lograr un aspecto demacrado.

Parte de su rutina incluía correr 15 kilómetros de manera frecuente. Su mayor inspiración fueron los coyotes, unos animales que destacan por su delgadez y por su hambre. “Había una sensación general que era un coyote”...Yo sólo quería vivir de esa manera”, manifestó.

Pese a que entrar a este tipo de regímenes representa un atentado a la salud, algunas estrellas deciden poner en riesgo el pellejo para triunfar en el ámbito artístico.

Como ejemplo, el actor Christian Bale, que tuvo que perder 28 kilos hasta quedar literalmente en huesos para aparecer en la cinta de “El Maquinista”. De hecho, gracias a este tipo de “castigo” al organismo llegó a pesar 54 kilogramos y los mismos médicos de la producción le prohibieron seguir bajando, pues dañaba su integridad física.

Para poder alcanzar este aspecto, sumamente delgado se recomienda el seguimiento de un especialista. En el caso de Bale, gracias a la asesoría de un nutricionista posteriormente pudo subir después cerca de 40 kilos mediante un consumo equilibrado de proteínas y carbohidratos. En algún momento confesó que tenía que comer cada tres horas para construir y reparar el tejido muscular.

Quizás algunas personas, en su afán por obtener una figura marcada prefieren pasar momentos tormentosos de hambre para lograr su objetivo, aunque esto no es la mejor opción, pues el organismo puede experimentar una descompensación en los niveles de algunos nutrientes, como azúcar, hierro, sales, ácido úrico y colesterol.

Lo saludable es someterse a un plan de alimentación y ejercicios diseñado según sus necesidades, además de la asesoría de un entrenador.

Volviendo a la historia de Gyllenhall, además de recibir una dieta muy pobre, su salario también lo fue. No obstante, la historia que cuenta la película fue lo que hizo a Jake sentirse comprometido, con un amor incondicional hacia el proyecto, por lo que incluso, cuando apenas había comenzado la grabación de la primera escena, ya tenía dominado todo el guión.

Y aunque se trataron de realizar las escenas de acción con mucho cuidado, los accidentes siempre se encuentran a la orden del día y en un momento de la cinta, el estadounidense se golpeó con un espejo y fue a parar al hospital, donde los médicos del Cedars-Sinai tuvieron que coser antes que pudiera volver a trabajar. Al final, gajes del oficio.

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