La manzanilla contiene sustancias que al contacto con el agua caliente liberan pequeñas cantidades peróxido de hidrógeno, mucho más conocido como agua oxigenada, un agente blanqueador por excelencia e ingredientes de muchos productos cosméticos de uso capilar.
El peróxido de hidrógeno reacciona con la melanina (sustancia natural que le da color) del cabello de manera que favorece la perdida de coloración y con ello el aclarado paulatino del cabello. El cabello negro contiene una mayor concentración de melanina, factor que explicaría por qué sería más lento el proceso de aclarar el pelo oscuro comparado con el claro.
Para sacar provecho de los poderes de la manzanilla debes preparar una infusión. Para ello, pon a calentar la cantidad equivalente a una taza de agua. Una vez que alcance el punto de ebullición retira del fuego y vierte dentro otro recipiente en el que previamente hayas colocado ¾ de taza de flores de manzanilla seca. Tapa inmediatamente el recipiente y deja reposar entre 15 y 20 minutos. Espera a que enfríe un poco y cuela.
Aplica la infusión sobre el cabello recién lavado a modo de enjuague y deja que seque. Repite este procedimiento 2 o 3 veces a la semana hasta lograr el color deseado. También puedes colocar la infusión en un rociador. Al salir de la ducha peina tu cabello al tiempo que lo vas rocíalo. Deja que seque. Puedes potenciar el efecto de la manzanilla si después de rociarlo tomas un poco de sol o dejas secar tu cabello al sol.
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